Todas las relaciones amorosas pasan por momentos difíciles y toda relación necesita de cuidados porque el amor es como una preciosa planta que requiere de alguien para que crezca, florezca y esté siempre radiante
Muchas personas piensan que una relación se mantiene en el tiempo de forma espontánea, que para que el amor se mantenga no hace falta hacer nada pues es un sentimiento que ha surgido. La realidad es muy diferente, toda relación no sólo necesita tiempo si no mimo y cuidados para que sea una relación sana y fuerte que se mantenga en el tiempo con la misma intensidad del primer día.
¿Qué se busca en una relación?
En muchas ocasiones las personas buscan que su pareja les provea de aquello que sus
padres les negaron. Como muchas veces estas expectativas no son satisfechas aparecen sentimientos de frustración e infelicidad que a su vez lleva a distintas maniobras que empeoran la relación conyugal.
Estas maniobras pueden ser:
- Insistir siempre en tener la razón
- Controlar al conyugue
- Sentimientos de retaliación o venganza
- Desenfrenada necesidad de autoafirmarse
Todas estas formas de reaccionar frente a la frustración generan mayores problemas en la pareja y la van deteriorando, estos mecanismos no facilitan que se suavice o se produzca una relación más cercana sino que la aleja.
Por ejemplo, el hecho de querer vengarse de la pareja es querer hacerle lo mismo, no cogerle las llamadas, llegar tarde, etc. La diferencia es que esto se hace de forma fría y calculada cuando en otras ocasiones, la otra persona puede haberlo de forma inconsciente o porque es su personalidad. Tener esto en cuenta.
Consejos para cuidar la pareja
El silencio no es la mejor solución para tener una relación sana y que perdure en el tiempo, es importante que haya una comunicación sana y continua. Para ello tienes que saber
qué es lo que quieres para que puedas transmitírselo a tu pareja, no esperes al último momento cuando algo te haya hecho daño, no guardes las cosas, dilas en su momento con tranquilidad y suavidad para hacerte comprender, así evitaremos explotar en el momento menos deseado y decirle las cosas de buenas maneras, evitando hacer de un grano una montaña de arena.
Cuando sientas que tu pareja no cumple todas tus expectativas o que sientas que no te da aquello que te necesita, en lugar de quejarte sin más, no esperes que él adivine aquello que deseas,
pídele aquello que necesitas, cuéntale aquello que deseas. Para Real la queja se puede formular en términos de un deseo no satisfecho. Por ejemplo la expresión: “Estoy cansado/ade que me hables mal”, puede traducirse como: “Me gustaría que fueses mas amable conmigo”. Entonces evita la queja y ve directo a lo que te gustaría.
Escucha al otro. tanto hombres como mujeres se sienten poco escuchados y apreciados. Por eso, siempre trata de expresar aquello que aprecias de lo que el otro hace por y para la pareja, aunque sea algo cotidiano como el ir a trabajar.
No sólo eso, decir un te quiero con frecuencia no es ser pesado, es algo que sin duda alguna se extraña. Pero también os digo, que no sólo son importantes las palabras si no acompañarlas con los hechos, un abrazo, una caricia, una mirada intensa, un detalle… Son cosas que van directas al corazón, tú más que nadie conoces a tu pareja, ¡Sorpréndela!
Trata de perder un poco del control. muchas veces estamos enojados porque estamos tratando de controlar todas las variables de una situación, una forma de evitar estos enojos, es ceder al otro una parte de ese control.
Recuerda siempre que aunque estés dolido o enojado en el momento el otro es la persona a la que amas, por lo que respira hondo y dale la oportunidad de hablar, intenta ponerte en su lugar para comprender qué es lo que ha pasado para llegar hasta esa situación.