No te conformes con la mediocridad,
déjala marchar.
No luches por ganar batallas
que no te aportan nada.
Si escuchas gritar a los monstruos en tu cabeza,
que griten, dales libertad
Que igual que amas tus vicios debes respetar
tus precipicios
Ni agaches la cabeza nunca, jamás en la vida
pues nadie tiene derecho a impedirte
reivindicar que existes
En palabras de Withman:
No dejes que la vida te pase
sin que la vivas.
Respira adrenalina y corre como si te persiguiera el fondo de un mar sin clemencia, de los que borran cualquier huella y no se apiadan ni de la memoria. Que se llevan todo lo bueno y solo conservan las astillas que en algún momento nos clavaron sin preveer su trayectoria. Si hay que dejarlo atrás, seremos como flechas que no le temen a la muerte con tal de encontrar un nuevo blanco donde impactar. Que si no es blanco será gris, pero nos agarrará por dentro como un abrazo que nos recuerda qué se siente al estar vivo. Que la vida es aprender y no depender de lo que el azar nos regale en alguno de sus caprichos.
Y yo soy como el fuego, que quemo las astillas y solo me quedo con lo bueno, con lo que me merece la pena y el espacio en mi pequeña maleta. Saltaría de nuevo en tu vida si me dieras la oportunidad. Con paracaídas o en misión kamikaze, me da igual. Pero si lo que intentas es salir de la mía, tienes total libertad. Te sujetaré la puerta y te dejaré marchar. Porque todas mis buenas intenciones no te retendrán contra tu propia voluntad. Dejemos que nuestras vidas rompan filas, para mañana volver a empezar.
http://esenciadeheroe.blogspot.com.es/2014/09/vivir-es-seguir-respirando.html