¿Qué día es hoy? ¿Lunes, miércoles…? Como en cualquier otro, despiertas con la agenda llena y los problemas aporreando en la puerta para disputarse tu atención.
Y tú, como persona responsable, te envuelves en la rutina diaria pasando por alto que hoy es un día irrepetible.
Ya vendrán otros mejores…
Quizás mañana haya más tiempo para reír, para compartir con calma un helado o para contemplar esas hojas que mece el viento del otoño. Pero llega “mañana” y ocurre lo mismo.
Quizás la felicidad venga de manos de esa persona que hace algo por ti o brotará espontáneamente gracias a algún suceso afortunado. Sí, quizás venga “de fuera”, pero
donde probablemente crees que la halles antes es dentro de ti.
Viéndolo así, cambias tu actitud.
Eliges la sonrisa
Eliges sonreír, a pesar de todas las complicaciones, de toda la carga que soportas, de lo oscuro que está el camino…
Lo haces dando gracias por cada gran o pequeña cosa que
hoy es una bendición en tu vida.
Prestas atención a cada una de ellas.
Porque
las alegrías a veces son más silenciosas que los problemas, como el alumno tímido que nunca levanta la mano en clase. Pero están ahí, mereciendo que les hagas caso.
Muchas veces, basta que tú te fijes en ellas para que sientas que el camino no es tan oscuro ni la carga tan pesada.
Y también son muchas las que, sólo con ver la expresión de tu cara, se iluminan los rostros de las personas que encuentras al paso.
Por eso mismo no lo demoras. Eliges ser un poquito más feliz celebrando cada circunstancia que hoy merece una sonrisa y, de paso, tu gesto se convierte en un
momento de calor y esperanza que alumbra los días grises de quienes te estamos viendo.
Gracias por sonreír.
http://tusbuenosmomentos.com/2013/09/gracias-sonreir/