“Te dejo porque te amo demasiado”…
He aquí la mentira más bonita dicha desde siempre. Y también la mierda más grande de siempre. Disculpen lafineza, pero para el mundo no vale de nada decir “te amo demasiado”: o amas o no amas, y si alguien te deja con esta excusa “fiable”, no te ama.
¿Qué es esta manía de querer dejar “libre” a la gente que se dice amar? Pero entonces dime ¿Libres de qué? ¿Qué crees que son tontas? ¿Piensas que son incapaces de no saber decidir qué es lo mejor para ellas mismas?
La verdad es una sola. Si eres frío y racional para dejar a alguien, quizás no sabes que es el amor, o quizás no lo has conocido nunca, o no te lo han demostrado nunca. Porque créeme, si amas a alguien no lo dejas ir, ni mucho menos eres tú quien lo deja. Más bien, te pegas desesperadamente y con todas tus fuerzas a lo que queda de ustedes y poco importa si al final, todo lo que te quedará son tus lágrimas enredadas entre las pestañas. Al menos tendrás la certeza de haberlo intentado 1, 2, 3… ¡50 veces si fuera necesario! Hasta que te des cuenta que quizás en el amor no vence quien huye. A veces, también vence quien se queda.
Si después de haber luchado por ese amor, de intentar vencer los obstáculos te das cuenta que de la otra parte ya no hay amor, ya no es feliz a tu lado , o simplemente han decidido caminar por direcciones distintas por mutuo acuerdo la historia es diferente, te queda la satisfacción de haber intentado hasta el final y no tomar una decisión que definitivamente compete a los dos.
Siempre es más fácil dejar ir diciendo “te dejo porque te amo “demasiado.”, y mucho más difícil quedarse sólo diciendo “Me quedo porque te amo”.
“No hay amor más cobarde que aquél que deja ir lo que ama”
Por Karla Galleta