Terminar como acto de resignación
El simple hecho de que termines una relación disfuncional demuestra valentía, coraje y una buena dosis de racionalidad. Terminas no porque dejaste de amar a esa persona, sino porque sabes que no te conviene.
Te resignaste a la idea de que no podrás llegar a ningún lado con esa persona. Te resignaste a la idea de que no podrás cambiarlo(a). Te resignaste a los sueños que tenías junto a esa persona. En otras palabras, tuviste que dejar gran parte de tu vida al terminar esa relación. Por tal motivo la valentía sí que está en esa decisión.
Muchas personas prefieren vivir en una relación dramática o todavía no se deciden. Sin embargo, tú ya estás fuera de esa tormenta… Pero aún sigues amando a esa persona…
“¿Y si tomé la decisión equivocada?”
Tienes miedo de que en el futuro cambie y que en realidad la decisión que tomaste ahora no fue la mejor pensada, tienes miedo de arrepentirte, tienes miedo de que tu ex sea feliz con otra persona cuando jamás lo fue contigo… AUSCH!!!
Pero déjame decirte una cosa: Espera lo peor para ti y quítate la angustia. Es más que probable que esa persona cambie ya que no podía hacerlo contigo al lado. No se le dio la gana de cambiar contigo por lo tanto ya tienes un buen motivo para no arrepentirte de tu decisión.
Si quiere una nueva oportunidad alegando que ha cambiado, entonces piénsalo dos veces, no permitas que la esperanza gane a la razón ya que esa persona está acostumbrada a SER de DETERMINADA MANERA CONTIGO.
Es como si tú, en tu época de la escuela secundaria siempre fuiste muy gracioso(a), siempre fuiste el más burlón del salón o la más popular y todo ésto al lado de tus mejores amigos… Sin embargo, pasaron los años, te volviste más serio o madura. Ahora estás muy lejos de ser ese joven de la secundaria. Pero da la casualidad de que tus compañeros realizan un reencuentro de promoción y en esa reunión te sientes en total confianza con todos y vuelves a ser, aunque sea de forma temporal, ese chico gracioso y burlón o la chica popular.
Lo mismo también sucede con las relaciones disfuncionales y conflictivas. Tu pareja puede haber cambiado radicalmente fuera de vuestra relación, pero una vez dentro de ella volverá a ser el mismo o la misma de antes… Es por esa razón que muchas relaciones de una segunda oportunidad terminan fracasando tal como la primera vez.
Piénsalo bien antes de alentar tus esperanzas.
El otro miedo que seguramente tienes es ver a tu ex feliz con su nueva pareja… Nadie te va a negar que no duele y que no afecta la autoestima de muchas personas, pero tampoco te vas a quedar con los brazos cruzados, tampoco vas a permitir que el pensamiento de verlos felices te haga la vida imposible.
Un buen tiempo después de la ruptura
En estos momentos puede que la duda te esté dando malos momentos, puede que aún exista la esperanza de que algo divino influya sobre tu ex para que todo vuelva a ser como antes, probablemente aún desees que vuelva y juntos puedan retomar los sueños que planearon juntos… PERO NO TE ENGAÑES…
Si ya han sido varias las veces que has chocado con la realidad, si ya viste que esa relación no daba para más, lo único que te queda es aceptar que definitivamente todo ésto acabó.
Es bueno siempre recordar lo malo de esa persona para recordar también porqué le terminaste.
Sé que te es difícil, inclusive sientas que te es imposible vencer las ganas de volver a contactar a tu ex, pero créeme que después de un buen tiempo de haber finalizado esa relación desastrosa, empezarás a darte cuenta de lo irracional y poco saludable que era estar metida en ella y aferrarte a tu ex pensando que las cosas iban a mejorar…
Una vez que empieces a desligarte de tu pasado amoroso tras haber llegado a la conclusión de que ahora, estando solo o sola, estás mucho mejor, lo único que te queda es seguir adelante.
No vale decir que ya estás recuperado y que sigas con la misma vida aburrida de siempre. No vale decir que ya lo has superado y aún sigues odiando tu trabajo, odias no haber cumplido tus sueños, detestas la figura de tu cuerpo, etc…
Una vez que hayas llegado a esa lucidez, tienes que seguir con tu recuperación y no solamente en el ámbito amoroso, también en el ámbito personal, laboral, profesional, familiar, espiritual, social, etc…
Lo importante aquí es estar ocupado con tu recuperación para no volver a recaer.
Tengo un amigo, quien ha terminado hace poco con su novia, que en este verano está tomando clases de manejo, está yendo seguido a gimnasio, pronto aprenderá surfing, entre otras actividades más para recuperar a su antiguo “yo”, ese chico con confianza, ese chico que sabía que era el mejor del mundo…
Lo mismo también deberías hacer tú para que nada ni nadie te arrastre del pasado que en estos momentos has dicho “Adiós”.
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