Cuando pensamos en regalos es natural que salte en nuestra cabeza la imagen de una cosa; un paquetito bien arreglado para la ocasión, quizás.
Sin embargo,
hay regalos no materiales que pueden tener más valor para el receptor que el más caro de los artilugios (que tal vez no necesite tanto en ese momento).
Pensemos en un abrazo, en un beso o en toda esa serie de gestos que tú puedes realizar y que no los venden en ninguna tienda. ¿Serían un buen regalo? Para alguna persona de tu entorno, quizás
uno de los mejores.
Y pensemos también en ese tipo de
regalos que no son explícitamente una muestra efusiva de afecto, pero que igual le caerían al receptor como agua de mayo. Me refiero a los regalos cuyo fin es hacerle más fácil la vida o quitarle presiones de encima.
Estos regalos son fáciles de hacer. Si miramos alrededor, podremos ver a alguien que lo que más necesita no es una cajita de bombones, sino que le ayudemos en alguna tarea cotidiana que le viene larga, por ejemplo.
O a ti mismo… ¿Qué te haría más ilusión: que te regalen un par de calcetines o que te expliquen eso que no entiendes para que puedas aprobar un examen?
Si te sientes solo, ¿tiene más valor que te regalen un videojuego o que pasen algunas tardes jugando contigo?
En ocasiones, para hacer un regalo valiosísimo no tienes que llevarte la mano a la cartera. Fíjate en cómo puedes hacerle la vida más fácil o agradable a esa persona… y dáselo.
¿Te parece buena idea?
http://tusbuenosmomentos.com/2013/12/regalo-hacer-vida-facil/