La visualización es nuestra imaginación aplicada a cualquier objetivo que deseemos lograr. Aquí, una guía para ejercitar junto a los planetas y sus poderes.
Cuando nos anticipamos mentalmente a una situación, y nos imaginamos haciendo, teniendo o viviendo algo antes de que realmente suceda, tenemos la posibilidad de que eso suceda mejor, o por lo menos, nuestros temores hacia la incertidumbre se despejan un poco.
La visualización, como instrumento de programación mental, crea imágenes en la mente que eventualmente son tomadas como algo real, y por lo tanto, tienen el mismo efecto como el resto de nuestras experiencias. Por ejemplo, si constantemente nos visualizamos teniendo éxito en una actividad, ese éxito ya existe en nuestra mente mucho antes de que tengamos la oportunidad de materializarlo, y por tanto será interpretado como algo real e incorporado a la experiencia.
Recuerde, además, que la visualización puede ser una potente herramienta para ayudarnos a trabajar a través ciertas resistencias o aspectos negativos que tenemos. Si se utiliza correctamente, este proceso puede ayudar a descubrir las vibraciones negativas y cambiarlas o eliminarlas.
La visualización creativa es, entonces, aquella en la tratamos de “crear” una realidad subjetiva, que no hemos vivido antes. Esto nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, ya sean sobre situaciones afectivas, salud o prosperidad.
En esta visualización en particular le proponemos trabajar con los planetas y las cualidades que cada uno de ellos posee. Comience a practicar la visualización, poco a poco, varios días seguidos, para que pueda transformar en su vida.
Antes de comenzar tenga claro cuál es el objetivo o el motivo de su visualización, para que a través del recorrido astral que haga en la visualización con cada planeta pueda ir adaptándolo y, a su vez, nutriéndolo de las características y cualidades de cada uno. Conozca primero las características generales de cada planeta.
Los Planetas y sus cualidadesLas cualidades de los planetas y para qué invocarlos en su visualización:
- SOL, LUNA, MERCURIO, VENUS, MARTE: Planetas personales, son de movimiento más rápido desde una perspectiva terrestre y reflejan, por tanto, los rasgos más característicos de la personalidad, influyendo de forma distinta en cada individuo y mostrando las cualidades que mejor se pueden controlar de forma consciente. Indican necesidades individuales básicas que necesitan ser atendidas, así como el potencial de la persona.
SOL: Espíritu, la fuerza vital y de identidad. Principio masculino.
LUNA: Alma, las emociones y los instintos. Principio femenino.
MERCURIO: Intelecto y el poder de la comunicación. La mente razonadora
VENUS: El amor, la belleza, el arte y la atracción
MARTE: Energía, acción, conflicto. Valentía, coraje y fuerza de voluntad.
- JÚPITER Y SATURNO: Planetas sociales, describen el vínculo de la persona con el contexto social y cultural en el que ha nacido. De carácter colectivo-consciente, representan las motivaciones sociales del individuo y su manera de participar en el mundo, reflejando sus aptitudes y actitudes para la integración en la sociedad.
JÚPITER: Sabiduría, expansión, optimismo y éxito.
SATURNO: Restricción, limitación, dolor.
- URANO, NEPTUNO, PLUTÓN: Planetas espirituales o transpersonales, son los planetas de movimiento más lento e influyen en generaciones enteras. Simbolizan las energías transformadoras que conducen al cambio y que se manifiestan en forma de inspiración y de intuición. Nos impulsan al perfeccionamiento del inconsciente colectivo más profundo, buscando la evolución de la humanidad como grupo y provocando verdaderas revoluciones a nivel generacional.
URANO: Cambio, la originalidad, la revolución y la excentricidad.
NEPTUNO: Imaginación, la espiritualidad, la inspiración, la ilusión y el engaño.
PLUTÓN: energía, las fuerzas más allá del control personal y transformación.
LA VISUALIZACIÓN PLANETARIA:
Elimine todas las distracciones que tenga a su alrededor por unos diez minutos. Póngase cómodo, que nada pueda interrumpir. Comience a respirar lenta y profundamente, relájese y enfoque su mente.
Sienta el aire entrar en su cuerpo y llenarlo de calma y tranquilidad, a la vez que le limpia llevándose con él toda tensión y preocupación al exhalar.
Imagine que el aire que entra es de color dorado y que una vez su cuerpo está relajado y puro, es luz se empieza a acumular en su pecho, prendiendo una llama intensa y transformándose en un pequeño Sol. Sienta con intensidad esa llama quemando su corazón, infundiéndole energía y poder. Trate de que esa llama se propague a todos los rincones de su cuerpo, llenándole de entusiasmo para tener claridad en su deseo y continuar con la visualización.
Permanezca sentado y tóquese con ambas manos su garganta, específicamente el hueco que está en el esternón, entre las clavículas. Sienta cómo el calor y la luz salen desde allí. Estará invocando así al planeta Mercurio para que facilite el poder de la comunicación, la clarividencia para razonar y transmitir todo su afluente interno de la mejor manera posible.
A partir de tener una apertura comunicativa, ahora deberá llamar a los dones de la Luna para así lograr exteriorizar lo inconsciente y los sentimientos afectivos más profundos y que su deseo se concrete por ser auténtico. Junto a Venus, la fuente de belleza y sensualidad cuyo objetivo es elevar la autoestima para encarar apropiadamente su objetivo. Visualice aquí un lago cristalino, calmo, con pequeñas ondulaciones y en dónde se reflejan luces cálidas anaranjadas provenientes del planeta Venus.
Ahora, véase caminando por una ruta desierta, siente tranquilidad y bienestar, mira al cielo nocturno y a lo lejos ve en el horizonte a dos planetas: Marte -el planeta rojizo- que le otorgará fuerzas y el ímpetu necesarios para que, junto con la sabiduría y el optimismo de Júpiter -el planeta más grande- puedan enfrentar con coraje a las restricciones y negatividades que impone Saturno. Es el momento en que debe visualizar la energía de estos dos planetas, que se enfrentan justificadamente a los avatares que puedan generar las influencias de Saturno. Visualice dos luces intensas juntas, direccionadas hacia el mismo lugar que traspasan una cortina densa y logran deshacerla creando un hueco para que ese rayo de luz se libere.
Finalmente es momento de visualizar los planetas que incentivan la imaginación, y facilitan el cambio y la transformación, estos son Neptuno, Urano y Plutón, respectivamente. Aquí, juntos generan una crisis para que a partir del quiebre de antiguas estructuras se genere un nuevo resurgimiento. Esto sumado al proceso anterior permitirá la posibilidad de crear lo nuevo, de lograr metas, de no temer ante los cambios o lo desconocido y a vencer la incertidumbre, todo a través de la intuición racional. Aquí entra en juego el tema de las revoluciones generacionales y de índole colectiva. Visualice los tres planetas ubicados en forma de triángulo, justo a la altura de sus ojos, y trate de ver cómo se mueven, es decir, rotan o cambian de posición desde una velocidad más lenta a más rápida, según le parezca y se adecue a la dimensión de su deseo planteado en esta visualización.
Para terminar, visualícese en el espacio, sin nada que lo moleste, calmo, relajado. Su ser ahora es pura potencialidad y está preparado para que lo que desea le suceda.