El corazón y la mente del ser humano deberían vigilar los pensamientos de posibilidad y de expansión. Aquellos que tiene la tendencia a aceptar conceptos negativos de si mismos o de su futuro, una y otra vez producen efectos negativos en el árbol de su vida. Pero la mente que ha cosechado sabiduría y que la ha aceptado, verá que es necesario invocar desde la presencia misma de la vida el regalo de la realidad de esa presencia, un regalo que Dios le ha dado.
La realidad de que hay posibilidades ilimitadas le proporcina al individuo esperanza. Y la esperanza brinda confianza allí donde antes reinaba la sensación de lucha. El que verdaderamente espera dentro de la luz, de su poderosa presencia, sustituye la sensación de lucha por una recién hallada responsabilidad, hacida de la certeza en su destino final.
La oscuridad no puede producir luz; tampoco la luz puede producir oscuridad. Pues la naturaleza de la una es la vitalidad vibrante de la vida, y la naturaleza de la otra es la oscura sobra del nihilismo. Nosotros en nuestra búsqueda de la verdad que nos hace más plenos, debemos examinar la fuente del nuestro conocimiento y nuestras creencia con el objetivo de determinar lo que es real ylo que no es real en nuestra conciencia. Porque sólo haciendo esto reconocerás la realidad que nosotros presentamos de comun acuerdo con tu Yo Superior.
Esa voz interior que es consecuencia del contacto del alma con la verdad universal aquietarán las inarmónicas voces del mundo, y revelarán la paz que puede obtenerse cuando se comulga con el propósito divino. La clave para acceder al conocimiento divino yace en el Yo Superior de cada cual, no en el de los demás. Cada trastorno emociona en el que la personalida, debido a un retorcido sentido de inferioridad, estalla de ira contra otra parte de la vida produce una reacción kármica que retrasa aun más el progreso espiritual de esa persona.
Es por medio del espíritu de lo Divino que el individuo aprende a gobernarse a sí mismo a través del princiopio universal : AMOR, SABIDURIA Y PODER en equilibrio perfecto. Entendiendo la necesidad de contibuir a esa triada universal, todo individuo debe esforzarse a diario por comprender la totalidad de su ser y su relación con el todo así como con las partes.
Quienes beban de las fuentes del conocimiento con un motivo puro, incluso en la denominada vejez, atraerán hacia sí un tesoro de conocimiento espiritual que podrán usar en el futuro lejano o cercano. Esto se logra por medio del proceso de magnetismos, que retiene dones espirituales dentro de la órbita del yo personal.
La magia no debe disiparse en los canales de la duda y del temor. No debe permitirse que se disuelva al echar un vistazo al pasado y a los concomintantes gracasos de ese pasado. El ser y la conciencia del hombre deben expandir su porpia fe en el propósito universal y apoyarse en el conocimeinto directo de los esquemas divinos y no de los humanos. El alma debe tener la libertad de beber de la fuente de la verdad y de com prender que detrá del mundo de las apariencias se encuentra un mundo infinito de causas magistrales, una tesorería de la mente universa.
En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, todos pueden ver pero pocos pueden comprender lo que ven. Pocos ven lo que somos pero todos pueden ver lo que aparentamos.