Tienes luz propia.
Eso es alguien que nadie nunca podrá quitarte.
Solo la podrán opacar si tú lo permites.
Ella llena tu alma de una sensación de paz única.
Te permite ir a dormir por las noches con la conciencia tranquila.
La luz interior es eso que sientes:
– cuando sabes que es tu manera de pensar quien dicta tus actos.
– cuando tomas decisiones por ti mismo.
– cuando puedes abrirte paso a través de la influencia y las opiniones de los demás.
– cuando les demuestras a todos tu individualidad y tu inteligencia.
– cuando le das rienda suelta a tu creatividad (y sorprendes más de una vez a quienes te rodean y a ti mismo)
– cuando tienes la certeza de estar haciendo lo correcto según tu propia conciencia
– cuando muestras que ahí estás tú, radiante, con seguridad y firmeza, ocupando tu lugar
Tu luz interior te da la sensación de que puedes expandirte y llegar a los demás desde el corazón, hacer tus tareas cotidianas con dedicación y alegría y sin un gran esfuerzo y, brindarte al máximo para obtener los mejores resultados posibles.
Es probable que, por la razón que fuera, otros intenten oscurecerla, desmerecerla, minimizarla o incluso negarla.
De ti depende el grado en el que les permitirás avanzar y la fuerza con la que dejarás que tu luz interior brille, irradie, derribe escollos y murallas y todo lo abarque