Hay personas que se proponen realizar un cambio en sus vidas y abandonan debido al esfuerzo que han de hacer en los inicios. Creen que será siempre así de duro.
Sí, los primeros días pueden ser durísimos: Para el que quiere madrugar y no tiene la costumbre. Para el que quiere comer saludable y se ha venido alimentando mal. Para el que quiere hacer ejercicio y lleva siglos sin anudarse las zapatillas de deporte. Para el que quiere ahorrar y no sabe mantener la cartera cerrada. ETC.
Hay cambios que, por positivos que sean, suponen un esfuerzo tremendo al inicio. Eso, incluso estando motivado y disponiendo de un buen plan.
En esos primeros días es cuando hay que tener en cuenta que
la situación va a cambiar. Que, aunque vengan días difíciles y muchos obstáculos en el futuro, no van a ser tan duros como los del inicio. ¿Por qué?
1. Te acostumbras a lo nuevo
Con la práctica, el nuevo hábito sustituye al antiguo.
Durante los primeros días, el esfuerzo es muy grande. El cuerpo y la mente no están acostumbrados a eso que le pides. Quieren que les des lo de siempre.
Y eso te obliga a estar muy pendiente de las tentaciones y a realizar
pequeñas decisiones saludables, una y otra… y otra… y otra vez. (¡Qué pesado!)
Pero, con el tiempo, esas decisiones ya no tienes que tomarlas. Tu cuerpo y tu mente se acostumbran a lo nuevo. Y te ves realizando automáticamente lo que tanto trabajo te costaba hacer durante los primeros días.
2. Tu entorno también se acostumbra
A mucha gente de alrededor también le cuesta que tú cambies: Unos se sienten mal consigo mismos porque te ven a ti progresar. Otros se molestan porque con tu cambio les retiras tiempo, dinero, atención… o lo que sea. Otros porque no entienden ni media de lo que haces. ETC.
Al inicio de tu cambio, eso se manifiesta en
presiones sutiles o descaradas: Comentarios negativos, interrogatorios, reproches, miradas de reprobación y otras reacciones desmotivadoras.
Puede que te sientas incómodo y/o que quieras dar explicaciones a unos u otros. De cualquier modo,
esta presión disminuye con el tiempo.
Ellos también se acostumbran. Cada vez te harán menos preguntas y comentarios. Y, cuanto más feliz y convencido estés tú con tu cambio, más contentos estarán también los que te quieren. (Los otros, qué mas da.)
3. El camino deja de ser tan solitario
Esto no tiene porqué ocurrir. Pero es muy probable que pase.
Conforme vas asentando tu cambio, puedes apoyarte en personas que van por el mismo camino. Además, quizás te conviertas en
una influencia muy positiva para los demás.
Nunca sabes quién puede estar observándote. Probablemente, tu ejemplo inspire a otras personas, que se animarán a realizar ese cambio que tú has hecho. Y esto llena. Es una experiencia que suple con creces el esfuerzo y la desmotivación en los días difíciles.
Así que, recuerda:
El principio es lo más duro. Aguanta los primeros días. Porque, conforme pasa el tiempo, el esfuerzo se hace más llevadero.
http://tusbuenosmomentos.com/2015/03/mas-facil-con-tiempo/