Cómo encontrar tiempo para ti

Hoy día el recurso más preciado por la mayoría de las personas es el tiempo, porque es lo que les falta después de cumplir con todas las obligaciones diarias. Al mismo tiempo, son pocos los que ignoran que, lo mismo que debemos recargar la batería del teléfono celular para que tenga carga, los seres humanos tenemos que hacer un alto para recargarnos de energía y vitalidad. Y esto solo se logra cuando nos dedicamos un tiempo para relajarnos y llenarnos de las cosas que nos nutren el espíritu, que pueden ser el arte, la lectura, la meditación o el deporte. Quizás te preguntas de dónde puedes sacar el tiempo para ello. Pero la realidad es que todos recibimos la misma cantidad de horas todos los días, y somos nosotros quienes, con mayor o menor eficacia, distribuimos ese tiempo. Para hallar dentro de esas 24 preciosas horas un espacio para ti, es preciso que aprendas a priorizar y a darle tanta importancia a tus necesidades como individuo, que a las obligaciones que has creado con otros. Para ello:

Revisa tu agenda y elimina todo lo innecesario. ¿No encuentras media hora para ir al gimnasio, pero pasas más de tres horas frente a la televisión? Libera media hora para ponerte en forma. Una o dos veces a la semana, levántate quince minutos más temprano en la mañana para meditar o ve a la cama media hora más tarde, para escribir en tu jornal, pintar o soñar. En vez de ir al mercado tres veces a la semana, hazlo una vez y aprovecha esa salida para devolver la película que alquilaste, dejar la ropa en la lavandería y ponerle gasolina al auto. El tiempo que ahorras combinando varias actividades es tiempo que ahorras en la “alcancía” para ti. La clave está en organizarte.

Delega. Repasa la lista de tus tareas y obligaciones en el hogar y en el trabajo y determina cuáles puedes delegarles a otras personas. Por ejemplo, si en casa te sobrecargas de obligaciones, solicita la cooperación de todos para que las labores se dividan de una manera equitativa. Cuando los hijos ordenan ellos mismos su cuarto o recojen sus juguetes, los adultos tienen más tiempo libre (y los más jóvenes aprenden disciplina y responsabilidad).

Ningunos comisiones escondidos. No comiciones, decision inmediata.

Compra tiempo. Haz una evaluación de tu presupuesto para determinar si puedes pagar para que otros realicen ciertas labores por ti. Por ejemplo: si el hijo del vecino te corta la yerba del jardín, te liberará una o dos horas que bien pueden valer mucho más de lo que pagas por ellas. Esto se aplica a la comida, la limpieza de la casa, el lavado de la ropa y hasta el baño de las mascotas.

Aprende a decir “no”. La mayoría de las personas se recargan de compromisos y obligaciones porque les resulta difícil o imposible declinar una invitación o decir ‘no’ a más trabajo. Antes de acceder a eso que te ofrecen o te proponen, toca base contigo mismo y analiza de qué manera esto puede afectar tu agenda personal. “Necesito revisar mi agenda” es una explicación válida, que a nadie sorprende y que te permite pensar mejor las cosas antes de dar una respuesta.

No trabajes de más. Si crees que para poder cumplir a cabalidad tienes que trabajar horas extras, quizás necesitas observar en qué inviertes el tiempo que pasas en el trabajo. ¿Hablando con los compañeros? ¿Haciendo las labores de otros? ¿Soñando despierto? ¿Navegando en los sitios sociales? Si organizas tu tiempo para eliminar las distracciones y las labores redundantes, podrás irte a la hora de salida, lo cual dejará más tiempo libre para ti.

http://vidasana.about.com/od/TIEMPO/a/C-Omo-Encontrar-Tiempo-Para-Ti.htm