El tantra es un disciplina oriental de carácter religioso, ritual que conecta todos los aspectos de la existencia de quienes la practican. En ella el sexo es importante y sus rituales de caricias bien pueden ser incluídos en nuestras rutinas sexuales. El tantra es un disciplina hindú y budistas de carácter religioso, ritual y esotérico que se conecta en todos los aspectos de la existencia de quienes la practican: es una forma de vida, de la cual el sexo es una pieza importante. Los occidentales vivimos el sexo de una manera muy distinta, pero no por eso debemos dejar pasar las sugerencias y enseñanzas que nos dejan los ejercicios que los orientales practican hace miles de años. Para incluirlas en nuestra manera de vivir el sexo, no es necesario hacerse budista, asi que si puede, tome nota:
Las caricias tántricas se pueden comparar con la llamada terapia de "enfoque sensitivo" (de Master & Jonson) que se hace dentro de nuestra cultura y que consta de una serie de ejercicios destinados a demorar el placer sexual. La que los practicantes del tantra hacen considera cinco fases que pueden hacerse durante dos días y es recomendable, para sacarle el máximo de provecho, hacer el ejercicio tantas veces como sea posible. En la primera fase acariciarse mutuamente con movimientos circulares y después hacerlo de arriba abajo durante 15 minutos para luego tomarse un descanso y repetirlo nuevamente por otros 15 minutos.
Ojalá ese mismo día se repita el ejercicio durante 30 minutos.La idea es que en esta fase del ejercicio no se acaricien los pechos ni los genitales. Ya en la segunda fase, juntos, en silencio, ponerse en posición de “cucharita” para disfrutar de la proximidad total de los cuerpos sin llegar al coito. Supongamos, sólo supongamos, porque esto es difícil y la tentación es grande, que le cuesta mantenerse en esa posoción sin intentar algo más, entonces, colóquense frente a frente para disminuir la intensidad erótica.
Si ha logrado pasar la segunda fase, al día siguiente vine la tercera, donde se incorporan caricias en senos y genitales con ligeros movimientos circulares, acercando primero las manos una hacia otra y separándolas después.
En la cuarta fase se puede mover las manos hacia arriba desde abajo de los genitales de nuestra pareja, recorriendo toda la longitud del pene o la elevación de la vulva. Si puede (los orientales lo hacen), continúe con este masaje durante una hora y luego una pausa de cinco minutos antes de entrar en la quinta fase donde la mujer se pone sobre el hombre con el pene dentro de la vagina, sin moverse. La idea es mantenerse en esta postura y si se produce una erección, hay que esperar a que remita.
Es importante que durante todo el proceso se esté concentrado en lo que la pareja está sintiendo.
El coito, por fin
Si ha logrado seguir al pie de la letra las caricias tántricas: pues felicitaciones!!! porque el paso siguiente es el coito tántrico, que en esta lógica no es otra cosa que prolongar al máximo la excitación sexual entre la pareja. Usted estará de acuerdo con eso si ha realizado el ejercicio. Ya en materia, el pene del hombre entra en la vagina de su compañera, pero ojo que sólo unos 2,5 centímetros no más. En esta situación, el hombre mantiene dentro el pene durante un minuto, después lo saca y lo deja descansar sobre el prepucio del clítoris antes de volver a penetrar. El hombre se puede tumbar parcialmente sobre la espalda y ella sobre la parte delantera, de esta forma puede atraer a su compañera hacia él.
Lo que siga de aquí en adelante corre por cuenta propia ...