El
amor propio muestra el infinito valor de la superación personal en la consecución de nuevos retos. El amor propio es sinónimo de autoestima, es decir, de tener un concepto positivo de uno mismo. Dicho autoconcepto empieza a formarse durante las primeras etapas de la vida. ¿Cómo alimentar el amor por ti mismo?
Eres libre para decidir tu actitud
Asume que no eres dueño para elegir todas las circunstancias que dominan tu vida, sin embargo, sí eres
libre para decidir la actitud que quieres adoptar frente a esas circunstancias externas. Cuando recuperas esta perspectiva, entonces, asumes la libertad como un motor de cambio fundamental.
No quedes a la espera del reconocimiento ajeno
Poder contar con el
elogio de los demás es un regalo maravilloso, sin embargo, una persona puede ser perfectamente feliz sin recibir este estímulo externo. Conviene no crear una relación de causa y efecto necesaria en la línea de la felicidad porque lo más importante es que tú sientas que eres coherente con tus valores y tu forma de pensar. Es decir, tú puedes
premiarte con tu propio reconocimiento.
El regalo de ser tú mismo
Existen muchas personas diferentes y cada ser humano es único e irrepetible. El
regalo de ser tú mismo es fantástico para poner en práctica el valor de la superación personal y la fuerza. Mírate con más frecuencia al espejo siendo consciente de que la imagen que tienes frente a ti, es un reflejo de tu amor propio.
Cero excusas
Lo más importante, siempre, en la consecución de un
objetivo es dar el primer paso. Intentarlo, más allá del resultado final. Deja de lado las excusas, no alimentes tus miedos sino tus fortalezas a través de pensamientos positivos.
Hoy es el día más importante de tu vida
Ni hoy, ni
mañana: el día más importante de tu vida es hoy: ¡Disfrútalo como una fiesta!
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