Si alguna vez has tratado de llevar a cabo un gran proyecto y has encontrado alguna dificultad, es posible que la planificación no haya estado acorde a tus posibilidades de acción.
No existe proyecto que no pueda ser acometido o alcanzado. Ahora bien, es importante poder dimensionarlo de forma adecuada, dividiéndolo en subtareas de tamaño más pequeño que sean accesibles y practicables. Así, si un gran proyecto lo dividimos en varios hitos más pequeños, conseguiremos realizar pequeños-grandes progresos que, paso a paso nos permitirán alcanzar el fin último que pretendemos.
La metodología es sencilla, y en absoluto es novedosa. Ya en la época del imperio Romano, el emperador Julio César practicaba aquello de “divide y vencerás“. Pues bien, esto es precisamente de lo que se trata. Cuando determinemos la meta que nos proponemos, la subdividimos en varios subobjetivos a largo, medio y corto plazo. Esta división nos va a ayudar a diseñar y trazar nuestro plan de acción basado en mini-tareas, todas ellas enfocadas hacia el fin último. Así conseguiremos nuestro propósito con mucho menos esfuerzo. Además, conforme vayamos generando progreso, iremos fortaleciendo nuestra motivación al ir experimentando progreso y realización en el camino.
¿Qué podría ocurrir si pretendemos alcanzar la meta en un único paso?.
Esta metodología puede presentar varias dificultades, entre las que destacamos :
- Postergación. El hecho de que el objetivo sea de una magnitud excesiva podría generarnos un cierto respeto, y provocar que acabemos postergando la acción.
- Abandono. La postergación podría acabar traduciéndose en un abandono definitivo. Cada día que pasa, la tentación a seguir aplazando la acción es mayor, y consecuentemente, crece la probabilidad de abandono.
- Insatisfacción. Si tratamos de acometer los proyectos con “pasos de tamaño excesivo”, es posible que acabemos no consiguiendo lo que nos proponemos. Ello no significa que el objetivo en sí sea inalcanzable, sino que no lo estamos enfocando adecuadamente. Todo ello podría ocasionar una insatisfacción que merme la moral y capacidad de acción.
Si en algún caso te has encontrado con situaciones similares a las aquí descritas, plantéate si el problema podría haber sido el enfoque que has realizado del proyecto. ¿Es así? Ahora ya sabes que la solución está a tu alcance.