No hay una manera universal ya que cada persona es un mundo y a veces la misma cosa puede resultar en uno muy placentera y en otro algo desagradable. Aún así os hemos intentado resumir algunos métodos para estimular los pezones.
Guía fácil para estimular los pezones
La estimulación de la zona erógena de los pezones es una de las prácticas sexuales recomendadas cuando realizamos sexo ya que promueve la secreción de la hormona oxitocina, la cual nos ayuda a aumentar la afinidad con la pareja sexual.
Acariciamos con delicadez el pecho con toda la palma de la mano. Empezamos con movimientos lentos y suaves. Es la fase del primer contacto así que podemos ayudarnos de algún aceite de masajes o de juguetes sexuales para que se despierte el deseo sexual de nuestra pareja.
Con la punta de la lengua y con movimientos rítmicos acelerados jugamos con el pezón. Aquí la excitación va en aumento. La boca y la lengua nos ofrecen muchas posibilidades. Prueba con pequeños mordiscos suaves tanto en el pezón como en el resto del pecho. El juego de los mordiscos puede ser peligroso, fíjate en cómo reacciona tu pareja para saber si le resulta placentero o es una molestia.
Prueba a jugar con las temperaturas. Quizás un hielo, un pañuelo metido en el congelador o nata bien fría… Si no te quieres complicar mucho, lamer el pezón y luego un soplido suave bastará para incrementar la excitación.
¿Eres más de sexo duro? Cualquier elemento de BDSM también nos podrá ayudar a excitar los pezones. Las pesas o las pinzas para pezones son objetos sexuales que podemos encontrar fácilmente en un sex shop. Depende de la sensibilidad y las fantasías sexuales de tu pareja puede llegar a resultar molesto o un gran placer.
Prueba a estimular los pezones con varias partes de tu propio cuerpo. No hay nada más excitante que un masaje cuerpo a cuerpo y ver como os vais excitando el uno al otro.
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