Muchas personas sienten que hay negatividad en su vida. A veces piensan que alguien hace algún trabajo para provocarles daño. El mercado está lleno de rituales, pociones, hierbas, aromas y otros elementos para ahuyentar los maleficios. Aún suponiendo que estos son efectivos y que producen una suerte de limpieza en las vibraciones, su efecto dura poco. Es como estar sucio, bañarse y quedar limpio. Pero si los hábitos de higiene no cambian, volverá a enlodarse.
Es fundamental que te conozcas de la manera más objetiva posible. Esto no es fácil. Tu mente construye una imagen falsa y más amable de ti que lo real. Procura identificar cuáles son tus pensamientos dominantes.
Observa si tienes pensamientos negativos, destructivos o derrotistas; o si tienes emociones perturbadoras como celos, envidias o melancolías. Si es así, cada vez que tengas estas vibraciones estás más susceptible a las negatividades del medio. Abres un canal por el cual te pueden hacer daño. Si no cambias estos hábitos de pensamiento es como bañarte y volverte a ensuciar.
Tendrás más felicidad en tu vida si identificas estas fuentes de radiación negativa en ti. Y luego, todos los días hasta modificar el hábito de pensamiento, repite cuantas veces puedas afirmaciones positivas que las combatan. Por ejemplo, si descubres inseguridad en ti, repite mentalmente una frase como "tengo seguridad y confianza en mí." Verás que si lo haces muchas veces, todos los días, al poco tiempo tu poderosa mente interior combate los pensamientos perturbadores y desarrollas un carácter mejor. Es la mejor higiene que puedes hacer.
Sergio Valdivia Correa