Mientras nuestro cuerpo que da inerte en las horas nocturnas, tu alma emprende un viaje de liberación y descanso sublime de la fuerzas de la dimensión que ocupamos. Podría llamarse que se descansa del pequeño encierro que le da el cuerpo. A veces sentimos que el cuerpo nos aprisiona y no nos da la libertad que quisiéramos para estar en lugares que deseamos o hacer que sucedan eventos instantáneamente. Esto es parte de lo que decidimos vivir en este plano, pues no es nuestra condición natural.
Sin embargo, cuando dormimos, esta virtud, por darle algún nombre, es retomada aunque muchas veces, es muy poco lo que queda de el viaje que emprendemos mientras dormimos. En muchas ocasiones, lo confundimos con un sueño de la mente y otras veces no lo recordamos.
Cuando duermes, logras hacer conexión instantánea con tu fuente de origen y allí puedes ver todos los sucesos desde otro ángulo e incluso ves la soluciones a aquellos problemas que parecieran no tener fin.
Las razones son variadas, muy extensas y a la vez simples. En esta ocasión solo haremos el ejercicio para recibir los mensajes claros desde nuestra fuente y poder solventar aquello que tanto nos aqueja. También es bueno recordar que lo que te ocurre, aunque parezca ilógico en este plano, es exactamente lo deseado por ti. No eres una veleta a merced del viento de turno.
En la noche, ya cuando estés preparado para dormir. Enciende una vela de color blanco, cerca a tu cama. Ten a la mano lápiz y papel. Siéntate cómodamente, observa la llama de la vela por un minuto aproximadamente, luego cierra los ojos durante 10 minutos y di: “Hago un llamado al Ángel que vela mis sueños, a aquel que quedo en el origen cuidando mi estancia en este plano, pido, en mi sueño de esta noche la aclaración sobre (el tema que te ocupa) o, esclaréceme sobre (el problema) o, dime que hacer acerca de (el asunto)”
No pienses en como lo hará, deja los ojos cerrados y en silencio, utiliza tu intención como punto central para sembrar el estado de sueño. Abre los ojos, apaga la vela y acuéstate cómodamente.
Cuando estés quedándote dormido, imagina que tienes un sueño en el que alguien viene a apoyarte. Inventa el sueño, tal como querrías tenerlo. El sueño que recuerdes durante la mañana contendrá algunos elementos o rastros de la solución o ayuda. Si te despiertas a media noche o en la madrugada, toma el lápiz y el papel, escribe rápidamente las frases que te venga a la mente. No importa, si lo haces en la oscuridad, anota todo lo que hayas visto en el sueño y vuelve a dormirte. La clave para identificar la ayuda que estas recibiendo en sueños, es sentir el tono del sueño. Las emociones o sensaciones que hayas tenido en la atmósfera, una cualidad o hecho que resulte fuera de lo común, exótico o ultraterreno, pueden señalar la presencia de la ayuda celestial.
http://wiccareencarnada.net/2014/08/13/ejercicio-para-recibir-ayuda-mientras-duermes/