“La vida está llena de oportunidades, sin embargo, no están todas al alcance de todos”
Cuando creemos que no tenemos oportunidades, en realidad, no es que no las tengamos, en la mayor parte de las ocasiones es que no las vemos, lo cual significa que no estamos bien despiertos.
Y esto es así, por una sencilla razón, nuestro cerebro percibe la realidad de una forma muy selectiva, nuestra percepción de lo que nos rodea no es totalmente fiel a la realidad. Sólo percibimos una parte de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, ya que nuestra atención, selecciona lo que recibimos, y sólo percibimos aquello que está acorde a nuestro momento vital.
“Cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece”
Esto es una gran verdad, cuando estamos preparados, y ponemos toda nuestra atención y nuestra energía en algo, es entonces, cuando nos damos cuenta de que hay oportunidades para nosotros.
Y si no es el momento, o aún no estamos preparados, sencillamente no veremos las oportunidades pasar, y no porque no estén ocurriendo, simplemente no estamos en el momento de recibirlas, y no las sabríamos aprovechar, por tanto, no son oportunidades en éste momento existencial.
“Las emociones también influyen”
Nuestra atención selectiva y la percepción de la realidad, también van muy acordes al estado emocional que tenemos.
Si nos encontramos felices, satisfechos con la vida, orgullosos, contentos y agradecidos con la vida, lo que ocurra cada día, ya es una oportunidad que sabremos aprovechar para seguir avanzando en ése camino por la vida.
Si, por el contrario, nos encontramos en un momento de tristeza, desánimo, pesar, y hastío de todo, es probable que nada de lo que nos ocurra podamos verlo como una oportunidad, sino más bien, como un fastidio, o una mala suerte.
“Las casualidades no existen, sino más bien las causalidades”.
En la mayor parte de los casos, no ocurren las cosas por casualidad, sino porque algo hemos hecho para que ocurran, y éstas, entonces, ocurren por “causa” de nuestro esfuerzo, nuestro aprendizaje y nuestra búsqueda, o por todo lo contrario.
Así como la suerte tampoco es casualidad, sino que proviene toda de la causalidad de lo que hemos hecho para que nos llegue.
“Nos lo merecemos”
Podríamos decir que “me lo merezco” cuando pasa por delante nuestra una oportunidad y la aprovechamos, ya que para ver ésta oportunidad, sin duda, hemos tenido que llegar hasta allí para encontrárnosla, y eso nos ha llevado esfuerzo y dedicación.
Y cuando ocurren otras cosas que no merecemos, si somos positivos con los procesos y aprendizajes de la vida, podríamos decir que “lo necesitábamos” para seguir aprendiendo, así que, sigue siendo otra oportunidad para crecer más fuerte.
“Ponte en camino, prepárate, abre los ojos”
Todo aquello que merecemos o necesitamos aparecerá delante de nosotros, no lo desaprovechemos, no lo dejemos pasar de largo, ya que si está delante de nosotros, es que la vida nos lo está ofreciendo porque estamos preparados, no debemos tener miedo, sino ser valientes y agradecer cada día las oportunidades que se nos brindan, ya que esto significa que estamos atentos para seguir avanzando.
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