Queridos guerreros, muchas veces nos enfocamos en sólo hablar de nosotros mismos sin darle oportunidad a que los demás compartan sus historias. Cada uno de nosotros tenemos nuestro momento para relatar, pero a la vez hay que saber cuando escuchar y nutrirnos de la sabiduría de los demás.
El hábito de cerrar los oídos es nocivo para los seres humanos. Aquellas personas con esta conducta se consideran dueños de la verdad absoluta y terminan subestimando las opiniones de otros, así sean miembros de su familia.
Por nuestra naturaleza humana sabemos que es difícil alejarnos de nuestro individualismo, sin embargo acuérdense de la Ley de Oro y respetemos al prójimo. No le hagamos a las otras personas lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
La persona que no quieren abrir sus oídos dejan de nutrirse del mundo exterior y edifican murallas que los separan de la realidad, de la experiencia y del conocimiento necesario para llevar una vida orientada al logro y equilibrio.
Cómo reconocemos a estas personas?
•Son aquellas que hablan en exceso
• Centran la comunicación en sus propias historias
• Dominan el escenario donde se encuentren
• Son personas que dejan de escuchar y prestar atención cuando otros intervienen
• No consideran importante lo que los otros tienen que decir
Debemos siempre revisar nuestras acciones y como afectan a los demás. Con esta pequeña guía podrán saber si tienen su GPS interno en el camino correcto hacía el crecimiento personal. No dejen que un mal hábito los aísle del grupo en el que se desenvuelven y no permitan ser una persona que genera desconfianza. Todos los días podemos cambiar estos hábitos que no nos benefician por aquellos que si nos enriquecen como personas.
Adelante guerrero!
Elige Saber Vivir…
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por gerundio Ayer a las 11:56
