¡¡Venga!!. Te voy a lanzar un reto.
Quiero que me digas las máximas excusas, que te dices, que te están diciendo para que te hayas convencido por fin, que tu meta, tu sueño, es totalmente inalcanzable.
¿Cuántas te han salido? 5, 10,100, 101….
No sé el número, ni las he leído, pero te aconsejo que las vuelvas a leerlas tras haberlas descrito. ¿Has descubierto que tienen en común todas ellas?
EL MIEDO.
“No tengo dinero, tendré que pedir un préstamo para conseguir hacerme con ese local, no tengo gente en la que confiar en el proyecto, no tengo experiencia , no soy bueno en lo que quiero emprender, está todo ya inventando… hay gente mejor que yo…” ¿Cuál más añadirías tú?.
TODAS DESPRENDEN MIEDO.
No quieres intentarlo, quieres conseguirlo. No te mientas a ti mismo. Pero tienes un miedo atroz. No tienes miedo a fracasar, tienes miedo al éxito.
Has fracasado mil y una veces. En todos los aspectos de tu vida. Ahora lo que tienes miedo es a triunfar, a saber que puedes conseguir cosas que pensabas que eran imposibles, a sentir que los sueños se hacen realidad. Tienes miedo que tras conseguirlos, te señalen los demás, pensando qué habrás tenido que hacer para conseguirlo.
La sensación de fracaso ya la conoces, pero la del éxito no. Y tienes miedo.
Por eso te pones mil y una excusas que te están limitando, te están dejando en el sitio en vez de alentarte a dar pasos hacia tu meta.
Vuelve a leer la lista. Y preguntante, si todos esos miedos, esas excusas, tienen una posible solución, por pequeña que sea.
Como bien decía mi abuela, lo único que no tiene solución es la muerte. Lo demás todo. ¿O es que el monstruo que en la infancia nos tenía aterrorizados debajo de la cama, era verdad?
Yo creía que si, para que mentir, pero NO, NO EXISTÍA.
La mayoría de los miedos son IRRACIONALES.
A ello le sumamos, las respuestas que recibimos del exterior sobre nuestra meta. “¿A dónde vas? Nadie lo ha hecho y ¿Lo vas a hacer tú?.. Imposible… Yo ya lo intenté y me dijeron que no.. Ten en cuenta que los demás pensaran cosas con al menos ya intentarlo….” Más y más excusas que nos vienen geniales para no intentarlo.
Y para colmo, ves que tu vecino, sin ningún título, sin ninguna experiencia, ha conseguido más cosas, más metas de las que tú te podrías imaginar.
Te preguntas una y otra vez: ¿Por qué yo con cientos de títulos, cursos y demás, no he conseguido todavía mis sueños y “éste” sin nada en la vida, tiene más estatus, cosas que yo?
¡¡PORQUE NO SE DETIENE, COSA QUE TÚ ESTÁS HACIENDO!!.
Has acabado acostumbrándote al fracaso. Ya ni lo ves como algo negativo. Lo has acabado aceptando. Pero todavía no haces algo con él, sacarle el lado positivo del mismo.
Piensas que algo negativo, no tiene nada de positivo. Y SI LO TIENE.
Te dice dónde te has equivocado. Donde tus expectativas estaban puestas y tendrían que haber estado en otro lado. Que podrías haber hecho de una manera mejor, dónde y cuándo tendrías que haber puesto más tus energías… Si lo encuadras desde otra vertiente, verás cosas de la situación, que antes no veías. Matices que te ayudaran a levantarte, a quererlas hacer de otra manera, volver a confiar en ti y en tus posibilidades.
¿Qué hacer cuando te encuentras detenido?
1.- ACTUA. Parado no vas a conseguir nada. Bueno, si estás consiguiendo algo, más y más enfado. Pero no lo que querías.
Como bien dice Anxo Pérez, tenemos que agitar nuestro presente. Haciéndolo, seguro que se moverá algo de “aire” que nos hará emprender de nuevo el viaje hacia nuestra meta.
En el sitio no haces nada y tu sueño no va a llegar a ti.
2.- VISUALIZA. Dime ahora mismo que estás detenido, que visualizas de tu sueño. Creo que me responderás, que todo negro, que está muy lejos, que nunca lo podrás alcanzar con las manos. Lo que crees, es lo que estás creando.
¿Qué pasaría si visualizaras de nuevo tu sueño, pero desde la vertiente, que lo has conseguido, que estás en él? ¿Cómo te sientes? ¿A qué te sientes con más fuerzas, con ilusión y con ganas de salir a por él?
A pesar de las caídas, de los lamentos, de lo que oyes de los demás, TEN SIEMPRE TU MENTE ENFOCADA EN TU SUEÑO.
3.- LENGUAJE. Coge esas excusas que has escrito y dilas en voz alta. ¿Qué lenguaje estás usando? Seguro que positivo, motivante, NO. “Imposible, no, inalcanzable, dudar, negro,…” son palabras, verbos, que desde ya te están limitando.
¿Qué pasaría si te hablarás a ti mismo con palabras como “puedo, lo conseguiré, es posible, aprendizaje, si, …? Prueba, y dime que contrastes sientes.
Por favor, DEJA DE OBSESIONARTE, DE MAGNIFICAR TODO.
Estás convirtiendo, cosas pequeñas, en problemas más grandes que KING KONG caminando por la Gran Vía de Madrid.
¿Qué te detiene? Como bien dice una amiga a la que siempre le estaré agradecido por muchas cosas que ella sabe, me dijo que lo único que nos limita, lo único que nos detiene, es aquello que nosotros mismos queremos que nos detenga. Sólo las paredes y cárceles que nosotros mismos estamos dispuestos a crear, seamos o no conscientes de ello.
¿Y a ti qué o quién te detiene?
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