Al dejar “las cosas” para mañana, generamos pendientes.
Y ¿qué es un pendiente? algo que literalmente se te queda colgado a tu cabeza y a tu cuerpo. ¿A más pendientes….? Más dolor de cabeza, pues más cargas, más almacenas, más saturas tu visión, literalmente más estorbo interrumpiendo tus ideas.
¿Por qué convertimos acciones en pendientes?
Una acción que tienes que hacer es “ir”, “hacer”, “cortar”, “cocer”, “mandar”, “llevar…”, y al pensar en ello, percibes cierta molestia de hacerlo, pues una parte de ti piensa que te implicará de cierto esfuerzo, cansancio y sobre todo… tiempo.
Y claro, ¿quién tiene tiempo de sobra hoy en día? Por eso decides que mejor no lo haces en ese momento que se te ocurrió, y lo dejas para después… para cuando tengas tiempo…
Y ¿cuándo llega el tiempo…? pues claro que… hasta que lo tomas.
El engaño de la mente es que anticipa que esa acción implicará una pérdida de tiempo, que será algo que no disfrutarás hacer, que es de cierta forma una obligación, y que será mejor si lo postergas, pues después tendrás “más ganas” y “más tiempo” de hacerlo… Pero de nuevo, las ganas y el tiempo no llegan hasta que vas y los tomas.
Las desventajas de hacer esto son que:
no solamente es un pendiente, pasa el día y se convierten en muchos.
tu mente se satura generando consecuencias como dolor de cabeza, y a la larga… ansiedad.
el pendiente se olvida, y te queda una sensación de…”¿qué tenía que hacer?”
sentirte irresponsable, olvidadizo, despistado (no lo eres, sólo tienes la habilidad de postergar).
Las ventajas:
librarte del asunto por un momento
seguir haciendo lo que vienes haciendo
evitar lo que crees que te desagrada
sentirte ocupado y con muchas cosas por hacer (según la actualidad así es la gente exitosa)
Me parece que las desventajas son más poderosas que las ventajas…
¿Cómo salir del meollo?
Si lo que se te ocurre que tienes que hacer, implica menos de 5 minutos de tu tiempo, hazlo en ese mismo momento.
Carga contigo una libreta de notas, en la que cada vez que se te ocurre algo, lo anotas. (tu cerebro no es computadora, déjala respirar con el espacio abierto)
Al final del día, organiza esos pendientes según su prioridad, y pásalos a la agenda.
Comprueba con la realidad si ese pendiente que traes realmente es tan desagradable hacerlo, si realmente te va a costar tanto tiempo y si será una pérdida de tiempo.
No cargues de más, aligera tu paso, concluye eso que has estado postergando… y verás como tu mente se sentirá más tranquila y en paz.
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