La infidelidad y el perdón

La confianza dañada requiere tiempo para recomponerse, aunque luego del dolor puede suceder que la pareja resulte fortalecida al superar esta situación de crisis.

Casi todos tenemos algunos ejemplos de personas que han sabido perdonar a sus parejas o incluso, quizá, nosotros mismos lo hemos hecho. Sin embargo, encontramos personas que dicen que no podrían perdonar una infidelidad o que no lo han podido hacer, y otras que dicen que pueden llegar a perdonar, pero nunca olvidar. ¿Por qué algunas personas pueden perdonar una infidelidad y otras no?
Primero precisemos qué entendemos por infidelidad. Podemos definirla como la ruptura de un pacto, en general afectivo y de exclusividad sexual, que se da entre dos personas que mantienen un vínculo de pareja. Estos pactos son muy particulares, hay quienes dejan la puerta abierta a la posibilidad de que existan algunas historias por fuera de la relación (“mientras no me entere…”), o quienes tienen acuerdos más liberales en lo sexual, excluyendo la involucración afectiva.
Para ver qué tan fácil o difícil puede ser el perdonar una infidelidad es importante considerar algunas variables:
-La persona con la que ocurrió la infidelidad: cuanto más lejana y desconocida sea, más fácil será perdonar y, a la inversa, cuanto más cercana sea más difícil será. Podremos perdonar más fácilmente a nuestra pareja si nos enteramos que ha tenido una relación con una strepper en una despedida de soltero, pero difícilmente podremos perdonar que nos haya engañado con nuestra hermana o con un amigo muy íntimo.
-La duración que tuvo la infidelidad: ¿fue un encuentro ocasional de una vez o se trata de una relación que lleva meses o años?
-El grado de compromiso afectivo que tuvo: un encuentro motivado sólo por un deseo sexual puede ser más fácilmente perdonado que una relación donde estén involucrados fuertemente los sentimientos.
-La forma en la que se entera la persona engañada: será más fácil de perdonar si la persona que fue infiel lo habla abiertamente, que si, por ejemplo, se entera, cual película, al abrir la puerta de su casa y encontrar a su pareja en “plena acción”. Hay formas de enterarse que pueden ser verdaderamente muy traumáticas y que dificultan mucho la posibilidad de perdonar.
-La actitud del que fue infiel: si la persona pide perdón genuino, sin justificarse, ni echar culpas, es más probable que sea perdonado que si dice cosas como: “Y si me canso de buscarte y siempre pasás de mí, qué esperabas que hiciera…”
-El tipo de relación y el grado de compromiso de la misma: la infidelidad se puede dar en un noviazgo de meses o en un matrimonio de años, donde quizás haya involucrada una casa en común, una familia, hijos. En esos casos, la opción del perdón será más contemplada, más allá del dolor que pueda causar.
-El momento en el que se da la infidelidad: si la persona es engañada mientras está en un tratamiento por una enfermedad grave le costará más perdonar una infidelidad que si la misma se da en una pareja que por cuestiones laborales debe pasar varios meses separados en diferentes países.
-El sentimiento que tenemos por el otro y el valor que le damos a la relación: hay personas muy enamoradas o satisfechas con la relación que están dispuestas a perdonar con más facilidad, otras que se dan cuenta que tienen una relación que no es tan buena o no están tan involucradas y a partir de la infidelidad deciden no perdonar y cortar el vínculo.
-La cantidad de infidelidades que haya habido: hay personas que engañan constantemente y esto puede ir deteriorando la intimidad y la confianza de la pareja a puntos donde resulte extremadamente difícil perdonar.
-La capacidad personal de perdonar: hay personas más orgullosas, más rencorosas o más sensibles a las que, quizá, les cueste mucho más perdonar que a otras; a algunas personas les resulta más fácil hacerlo porque reconocen en ellas mismas emociones o pensamientos similares a los que sus parejas tuvieron cuando fueron infieles o porque tal vez ellas mismas ya hayan sido infieles en alguna otra oportunidad, en esa misma relación o en otra.
El proceso del perdón depende de muchos factores. El tiempo que lleva todo el proceso del perdón es muy subjetivo, pero si se decide perdonar, no deberíamos estar sacando constantemente el tema de la infidelidad, porque lo que lograremos es deteriorar aún más la calidad de la relación.
Para que una herida se cure debemos dejar de “sacarle la cascarita”; igualmente, conviene recordar que antes de que se cicatrice es necesario limpiar bien la herida y drenar todo lo que tenga que ser drenado.
Cada uno deberá poner en la balanza y decidir, sabiendo que la confianza dañada lleva tiempo en recuperarse, que el dolor y la desilusión a veces son muy intensos, pero que también muchas parejas salen fortalecidas después de superar este tipo de crisis.

Por Dr. Javier Camacho / Para Clarín Buena Vida

Es una decisión muy difícil pq depende de muchos factores y como se entiende

Sinceramente, yo creo que una vez hay infidelidad, no hay vuelta atrás