DISTINGUE EL HAMBRE DEL APETITOComo afirma la escritora Kimberly Willis, nuestro inconsciente “siempre está intentando hacerte feliz, pero a veces se equivoca”.
El hambre proviene de un déficit de nutrientes, pero el apetito procede de un déficit emocional
Te detienes y lo sientes, te apetece comer. O eso es lo que te pide el cuerpo. Comer cuando se tiene hambre es natural. El hambre proviene de un déficit de nutrientes pero el apetito lo hace de un déficit emocional. Y hay que saber diferenciarlo.
El hambre. Pupilas que se dilatan, te deleitan y te delatan
Cuando tu cuerpo necesita nutrientes, la parte lateral de tu hipotálamo envía información a través del nervio vago que nos insta a comer cuanto antes. Te rugen las tripas, salivas, se te dilatan las pupilas y entras en un estado de mayor claridad de pensamiento para acelerar tu objetivo: conseguir comida. Cuando tienes hambre no haces ascos a nada, comes lo que te pongan.
El apetito. Ojos que lloran, corazón que necesita o piernas que se aburren
El apetito es caprichoso. Es esa extraña sensación que tienes a pesar de haber comido hace poco. Es una señal más concreta. No quieres comer lo que sea, sino que quieres comer algo en particular y se te antoja ese algo especial, bien sea dulce o salado. Cuando te vuelva a suceder esto, siéntate y siente.
Seguro que hay un malestar emocional detrás de esa búsqueda de placer inmediato. Ya sea porque estás aburrido o porque has tenido un mal día en el trabajo, o porque has discutido con tu pareja, a menudo el cerebro busca como antidepresivo la comida.
¿La explicación fisiológica? Tú simplemente quieres chocolate pero el cerebro sabe que el azúcar de absorción rápida del cacao estimula al triptófano a atravesar con mayor facilidad la barrera hematoencefálica del cerebro y que así se empiece a fabricar serotonina, con la consiguiente sensación de calma y felicidad.
Lo que tampoco sabes es que un abrazo con un ser querido de más de 7 segundos de duración provoca mayor síntesis de serotonina que cuatro onzas de chocolate.
Hambre y apetito. Como diferenciarlo
El dietista de la presentadora norteamericana Oprah Winfrey nos propone que pongamos en práctica el termómetro del hambre. Este termómetro tiene 5 niveles.
En los 3 últimos existe el hambre, por lo tanto, hay que comer. En ellos están presentes claros síntomas del hambre como cansancio físico, ruidos en el estómago y varias horas sin probar bocado. Habrá que realizar 5 comidas diarias para no superar el nivel 3, pues será en este en el que hay que comer. Si pasamos a los niveles 4 ó 5 comeremos seguramente más descontrolados, más rápido y más cantidad.
Por otro lado, están los niveles 1 y 2. En este rango se encuentra el apetito. Te encuentras físicamente bien, tal vez algo aburrido o malhumorado por cualquier motivo, y se te encapricha un tipo de alimento.
Tapar heridas emocionales con la comida acostumbrará a tus células nerviosas a recurrir siempre a ésta vía rápida de placer. No lo hagas. Pruebas otras alternativas como el ejercicio, una buena conversación o un dulce abrazo de más de 7 segundos.
Fuente:
http://www.hombremoderno.es/nutricion/distingue-el-hambre-del-apetito-b05-1406_1-1409/