Cómo pasar página y olvidar las heridas del pasadoVivimos con muchas heridas abiertas del pasado que nos van persiguiendo en nuestro presente. Como no las cerramos o curamos en el pasado se nos repiten en nuestra vida actual. Por ejemplo, esa pelea con mamá que ha provocado, distanciamiento a lo largo de los años, y de la que no hemos vuelto a hablar. O esa relación que se terminó hace tiempo, pero que todavía tengo en la cabeza. Es como tener una espina clavada en la planta del pie, que nos permite seguir adelante, pero que pincha suavemente y no nos deja tranquilos. Heridas o ciclos abiertosMuchas veces, nos topamos con situaciones que no hemos podido cerrar, que no hemos podido acabar y que vamos repitiendo una y otra vez sin buscarlo. Por ejemplo:
- No puedo terminar mis relaciones de pareja, no termino mis estudios, los dejo a medias, empiezo una actividad y en vez de terminarla, me pongo con otra... Voy abriendo puertas y luego no hay manera de cerrarlas porque siempre hay algo más interesante de lo que ocuparme. Abro muchos caminos, y no concreto ninguno. Cuanto más cosas empiezo, más cosas dejo pendientes, y más inseguro me siento con lo que empiezo, porque sé que es probable que me cueste acabarlo...
Todo esto que dejamos sin acabar, sin poner un cierre, son situaciones inconclusas, momentos que no hemos podido cerrar, y no sólo pasa con actividades que estamos haciendo sino que en nuestra vida, también dejamos abiertas relaciones de pareja o relaciones de amistad.
Nos desilusionamos, nos desgastamos y en vez de procesar eso, buscamos a otra persona que reemplace a la anterior, cambiamos de pareja, sin haber hecho el duelo por la pareja pasada. Cambiamos de amigos, sin darnos cuenta que nos ha dolido lo que ha pasado con nuestro anterior amigo. Son heridas que hemos dejado sin cicatrizar que van doliendo de vez en cuando pero como el dolor es soportable vamos tirando.
A medida que vamos acumulando heridas abiertas y situaciones sin acabar, vamos desarrollando una sensación de inseguridad que deja huella en nuestra autoestima. Esto del dolor, es algo que pocos estamos dispuestos a vivir. ¿Porqué?
Pues por que en nuestra sociedad, huimos deliberadamente de lo que nos pasa, huimos del daño, y sólo nos permitimos la alegría y el estar bien. Y muchas veces ni eso, podemos estar "mal" pero eso de sentir dolor, ya es otra cosa. Nos anestesiamos, contra el dolor, con pastillas, sustituyendo unas relaciones por otras porque nuestra tolerancia al dolor es muy baja.
Si a todo esto le añadimos las necesidades de nuestra infancia que no fueron cubiertas, ya terminamos de rematar la faena. Cuando de niños, no podemos cubrir nuestras necesidades ( que me hagan caso, que jueguen conmigo, que me miren..) esta necesidad la tapamos con otras cosas. Por ejemplo, jugando solos, llamando la atención, con rabietas, con imaginación.... pero esa necesidad que tenía hacia mis padres de que me prestaran más atención sigue presente, y la vamos trasladando en la vida adulta hacia amigos, parejas.. para que nos la cubran ellos.
Cerrar puertas o curar heridas del pasadoHasta que no hacemos consciente que lo que buscamos en el presente viene de algo de nuestra infancia por ejemplo, es muy difícil poder solucionar lo que nos está pasando. Como nos adaptamos a nuestras experiencias, y respondemos a una situación desde algo que nos falta, vamos a ponernos máscaras para agradar al otro, vamos a decir, si, cuando en realidad quiero decir no, y a esconder nuestras emociones para que no parezcamos débiles.
Es necesario curar estas heridas para seguir adelante, porque nos interrumpen de manera sutil nuestro día a día. Si podemos sanear nuestras relaciones, terminar proyectos o estudios, abordar temas pendientes, esto nos ayuda a caminar por la vida con más libertad.
Porque dejar puertas abiertas consume nuestra energía, aunque queramos seguir adelante, el pasado siempre llamará a nuestra puerta si no empezamos a resolver nuestros temas pendientes. A veces, se necesita ayuda, y es necesario empezar una buena terapia para limpiar esa herida y desinfectarla. Lo importante es no actuar como si esa puerta estuviese cerrada, revisemos nuestros asuntos, para ver que nos está molestando del pasado y así hacerlo consciente para poder empezar a resolverlo.
Vivir tranquilo, vivir en el presente, es abordar un tema, y terminarlo, no abordar mil temas a la vez, y no acabar ninguno. Vivir con intensidad pasa por empezar una relación y tener la valentía ( o la vulnerabilidad) de atreverse a despedirse, de atreverse a soltar aquellas cosas del pasado que nos están reteniendo e impidiendo estar en el presente.
Fuente:
http://piensaesgratis.com/bloggers/como-pasar-pagina-y-olvidar-las-heridas-del-pasado