Las cifras hablan de la magnitud de estos episodios: según el CDC (Centers for Disease Control and Prevention), más de seis millones de personas son acosadas por año sólo en Estados Unidos. Los rótulos pierden toda su importancia cuando el deseo sobrepasa a la razón y las obsesiones entran a dictar las órdenes.
LEANDRA RAMM Y SU LUCHA CONTRA EL ACOSO CIBERNÉTICO
Ramm casi ve arruinada su vida por culpa de una persona que jamás vio en persona: entre 2005 y 2011, recibió innumerables intimidaciones cibernéticas. El autor obsesionado era Colin Mak Yew, un hombre de 38 años, oriundo de Singapur.
¿Qué es lo que recibía? Primero fueron correos electrónicos y numerosos mensajes de voz, que incluían amenazas de muerte para ella, para su familia y para sus amigos –Mak Yew le enviaba fotos del arma con la que concretaría estas intimidaciones-. Luego llegaron las cartas anónimas y encriptadas a la puerta de casa junto con llamados perturbadores en medio de la noche. El acosador incluso llegó a rastrear el celular de Ramm mientras estaba en un crucero para amenazarla con que estaba a bordo, listo para atacarla.
A pesar de lo evidente de este acoso, la cantante estadounidense tuvo que sobrellevar la incómoda situación durante varios años por la falta de legislación internacional. Visitó distintos organismos gubernamentales y ONGs para encontrarse con el rechazo como única respuesta: las amenazas cibernéticas no eran una figura ilegal.
Por suerte, la cantante nunca se rindió y siguió en movimiento. Trabajó durante un tiempo con forenses especialistas en cibernética para encontrar al acosador del otro lado del mundo y presionó a las autoridades para que procedieran con su arresto. Mak Yew hoy enfrenta cargos por hasta siete años de prisión y numerosas multas por pagar.
Antes de llegar a Investigación Discovery, Leandra Ramm decidió contar su caso en un libro, Stalking a Diva, para que todos puedan tomar conciencia sobre este tipo de abusos.
SANDRA BULLOCK Y EL ACOSADOR TELEPÁTICO
En 2003, la reconocida actriz comenzó a recibir mensajes de Thomas James Weldon, un extraño que afirmaba comunicarse telepáticamente con ella. Ante estos extraños mensajes, Bullock consiguió una orden de restricción para mantenerlo a raya.
Tres años después de esta medida, el acosador decidió internarse de forma voluntaria en una institución mental de Tennesse. Todo parece indicar que el tratamiento no fue para nada en efectivo: Weldon recibió el alta en 2009, y una de las primeras cosas que hizo en libertad fue buscar y tratar de contactar a la actriz.
La orden de restricción ya había vencido, así que ella se vio obligada a renovar la protección legal en 2010. La situación, sin embargo, pareciera no encontrar una solución definitiva: Bullock renovó nuevamente la orden en 2013.
ELLEN PAGE, UNA JOVEN PERSEGUIDA
En junio de 2012, esta actriz comenzó a recibir repetidas agresiones en su cuenta de Twitter por parte de un extraño. “Voy a matar a Ellen Page. Ella está muerta”, afirmaba uno de los mensajes.
Este obsesivo incluso llegó a llamar a los organizadores del Festival de Los Ángeles, donde se estrenaba una de las películas de Page, para enviar otra amenaza de muerte. La actriz decidió no asistir por cuestiones de seguridad.
La investigación policial dio con la fuente de estos problemas: Joshua Michael Myers. Tras este hallazgo, en 2013, un juez le ordenó que no se contactara ni acercara a la actriz durante tres años.
http://id.tudiscovery.com/