“A menudo los héroes son desconocidos”
Benjamin Disraeli
Vivimos rodeados de héroes. Héroe es quien intenta ser auténtico, quien cada día da la mejor versión de sí mismo, en contra de las circunstancias, de los obstáculos. Es quien lucha por ser él mismo frente a su propia herencia, frente a la tradición, a las costumbres, a su educación.
El héroe no se mueve por interés económico o sentido práctico de las cosas. Su motivación última no es el utilitarismo sino el idealismo. Tiene un ideal de vida y lo va a conseguir. El héroe sabe perfectamente quién es y, lo que es más importante, sabe lo que quiere ser. Se ha visto a sí mismo en el futuro y persigue ese sueño cada día
Cuando el héroe tiene una idea, rápidamente surgen voces que tratan de aniquilarla mediante dosis de realismo (“eso es imposible”), cuando no de resentimiento (“él no está preparado”) o de superficial ironía y hasta burla. Es la esencia del mediocre: impedir el triunfo de los demás para evitar que se pongan al descubierto sus propias miserias, entre las que se encuentra, por cierto, su perezosa incapacidad o su anhelo inconfesado de ser héroe.
El héroe moderno no vuela ni lleva capa. Viste cada día su mono de faena o su traje y corbata como si fuera su propia piel, dispuesto a dejársela en cada envite por aquello en lo que cree. Tampoco va a lomos de un escuálido rocín, ni se hace acompañar de un fiel escudero, pero sí entiende el idealismo como la única manera de seguir vivo entre tanto molino.
Los héroes existen y es fácil reconocerlos: son los Quijotes del siglo XXI. ¿Eres tú uno de ellos?
© 2013 Orfeo - @mappalf -
http://maximopotencial.com