Siete juegos sexuales para practicar en la playaLos españoles dedicamos solo 34 minutos semanales al sexo. ¿Quiere inspiración?Durante todo el curso le ha dedicado una media de 34 minutos a la semana al sexo. Así lo afirman los datos del Estudio Europeo sobre Satisfacción Sexual de Pfizer. Por fin ha llegado el momento de la revancha: según el último Informe Durex sobre Bienestar Sexual –informa EFE–, las relaciones sexuales aumentan en las épocas cálidas, o sea, ahora. Aunque probablemente esto usted ya lo sabía. Y como seguro que el sexo entra en sus planes veraniegos... queremos alimentar sus fantasías con algunas ideas. Nos ayuda Carme Sánchez, especialista en sexología.
1. Ay, el agua. Hacer el amor en la playa es una fantasía recurrente, "pero muchas veces se queda en eso, en una fantasía”. Ha llegado el momento de hacer realidad. Eso sí: hay que tener en cuenta que "los preservativos no funcionan del todo bien dentro del agua. Lo mejor es empezar a jugar durante el baño y dejar la penetración para después". Si se quiere probar la penetración en el agua la experta recomienda: "Usar lubricantes que, además, crean contraste de temperatura”.
2. A lo 'Nueve semanas y media'. La comida es un buen invitado en las relaciones sexuales. En época de calor, "pensemos en cosas refrescantes, como el helado o el sorbete, según los gustos". Si se está a régimen se puede usar también un yogur. Ponerlo por el cuerpo y en los genitales "es una experiencia diferente y muy intensa".
3. Quedar para... “Cuando hablo con parejas y les propongo que elijan un momento para sus relaciones sexuales, me contestan que eso no es espontáneo". Pero, ¿qué ocurre durante el noviazgo? "Siempre que quedas con alguien al principio de una relación sabes a lo que vas. Y entonces no te parece que sea algo estipulado". Por eso, es una buena idea preparar una cita y quedar directamente en un sitio. "Eso nos hace prepararnos, ponernos guapos...". La espera despierta el deseo. "La excitación mental es básica. Es algo que [dicen] los Beckham practican a menudo".
4. Y, ¿usted quién es? “Jugar al encuentro de dos desconocidos" puede ser un momento muy excitante. Sirve para "presentarnos de nuevo, conocernos de nuevo. Pero, además, como se trata de nuestra pareja, se puede apostar fuerte: provocar con el pie bajo la mesa, quitarse la ropa interior en el baño para introducirla después en su bolsillo...".
5. Deja el sexo siete días... y él te dejará siete años. "La gente piensa que el deseo le tiene que venir de forma espontánea y no siempre es así. A los hombres les resulta más fácil, y hay personas que tienen una capacidad innata; pero hay otros que no, que tienen que esforzarse un poco más". La inspiración entra cuando piensas en ello. Por eso no hay que abandonarse: el sexo hay que buscarlo. "Nunca tenemos que olvidar que en la pareja, aunque haya niños, hay dos. A los niños no les pasa nada por irse un fin de semana fuera o, más barato, por pasar un día con los abuelos. Hay que buscar momentos: la pareja y las relaciones sexuales requieren tiempo".
6. Masajes con final feliz. Esto es importante: "No es lo mismo un masaje para deshacer contracturas que uno erótico". ¿Qué marca la diferencia? "Las caricias, buscar las sensaciones, jugar con una pluma, una vibración...".
7. Buenas vibraciones. 'Si en sexo con amor' la lavadora sirve para incrementar la vibración durante el coito, ¿cuántas ideas más le vienen a la cabeza relacionadas con la tecnología? Los vibradores sirven "para dar masajes, para estimular el punto G en pareja y son un buen aliado para los prolegómenos y lograr una mayor excitación antes de las relaciones sexuales". Se pueden escoger por Internet y elegirlos en pareja es también un juego excitante."No es un sustituto, es un potenciador”.
¿Y si estoy en modo descanso? “El sexo en pareja es muy importante, pero no lo es todo". El deseo fluctúa, hay momentos en los que se puede tener un kit-kat de sexo, por ejemplo, en parejas que acaban de tener un hijo detrás de otro. "Cuando ocurre eso, no hay que obsesionarse. Conviene hacerse a la idea de que se trata solo de un descanso y entonces volverá. Hacemos muy poca pedagogía; sería bueno hacer talleres. Esto es como si dejas de ir al gimnasio porque tienes obligaciones y piensas que no vas a volver nunca. Y es radical".
Fuente:
http://elpais.com/elpais/2014/07/25/buenavida/1406276745_798716.html