“Toda nuestra vida no es más que una repetición de las mismas actividades: respirar, alimentarse, dormir, trabajar, amar, pensar, etc. Así pues, aceptad que insista a menudo sobre estos mismos temas porque profundizando en ellos es cuando los descubrís cada vez bajo una nueva forma, con colores, dimensiones y expresiones nuevas. No os dejéis influenciar por esta tendencia contemporánea de dispersarse, de informarse de todo, de ir a todas partes. No es malo ser curioso, pero ¿qué beneficio se obtiene permaneciendo en la superficie de las cosas?
He aquí que esta tendencia impera también en los espiritualistas. En lugar de profundizar algunas verdades y aplicar algunos métodos, se interesan por una cantidad de
teorías y de prácticas heredadas de todas las épocas, de todos los continentes, y luego se sorprenden por sentirse tan desorientados. Pues bien, existen materialistas que saben cómo
hacerlo mejor. ¿Qué hacen los que buscan petróleo? No cesan de cavar al cabo de pocos metros, perforan pozos muy profundos en el suelo. Un día, el petróleo surge y he aquí que se hacen muy ricos. Aquí es donde se ve que los materialistas son, a menudo, más inteligentes que los espiritualistas: han comprendido que cavando algunos metros cuadrados es suficiente mientras que otros, recorriendo miles de hectáreas de superficie permanecen en la miseria. “
Omraam Mikhaël Aïvanhov