La limitación no te corresponde

Las ideas limitantes son solo eso, ideas. La verdad es que
eres inteligente y capaz mas allá de lo que estas pensando hoy.
¿Recuerdas cuando eras adolescente y te creías el dueño del mundo?

Bueno, esa es la verdad.
¿Recuerdas a los adultos diciéndote que estabas equivocado? Ese
es el problema. De allí provienen esas ideas limitantes, de tanto
compartir escuchar lo que no corresponde a la verdad.
Ahora que eres adulto puedes reconocer que aquellas palabras…

restrictivas no te corresponden y que puedes liberarte de ellas
cuando quieras.

Uno de los más grandes desafíos que tienes hoy es superar aquellas
barreras que fuiste internalizando dentro de ti que están basadas en
miedo. Los adultos que te frenaron no lo hicieron por hacerte daño,
todo lo contrario. Lo hicieron con la mejor intención de salvaguardar
tu seguridad ya que ellos realmente pensaban (y siguen pensando)
que estaban aportando a tu bienestar.

¿Alguna vez te dijeron que no podías esperar que la vida te diera todo?
No sé si ese sea tu caso, pero ha sido la experiencia de muchas personas
y también la mía. Los padres, con el afán de evitar que te ganaras la
frustración de no poder conseguir todo lo que anhelabas te advirtieron
con anticipación que dejaras de esperar tanto.

Ahora que estamos en la era del conocimiento tenemos acceso a más
entendimiento de lo que realmente es un Ser Humano, un ser espiritual
que puede co-crear con el Universo. Eso significa que tu puedes crear
las circunstancias que eliges y que mas deseas para ti y los tuyos.

Evidentemente que el plano físico nos ofrece sus limitaciones, pero
dentro de esta realidad, podemos conseguir aun mucho más de lo
que somos capaces de imaginar.

Y la imaginación es justamente uno de esos atributos que más nos
puede ayudar a construir la vida que anhelamos. Si somos capaces
de soñar, de hacer volar las ideas, de fantasear e ilusionarnos con
algo que nos maraville, es porque debe tener una utilidad. Todo eso
tiene que tener un sentido, no puede ser que todo eso sea para
desperdiciarlo. ¿No te parece?



Patricia González



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