Muchas parejas tienen altas expectativas en su matrimonio, pero cuando se encuentran con situaciones como que no todo el tiempo la relación es dinámica y emocionante, tener que lidiar con pequeñas costumbres que nos parecen extrañas, o simplemente sentir que el amor no es tan sencillo y fácil, suelen decepcionarse fácilmente.
Cuál es el siguiente error que cometen, es lo que me gustaría compartir contigo en el siguiente artículo.
Cuando las parejas se sienten desconcertadas por no tener lo que pensaban, pueden llegar incluso a buscar en otra persona eso que tanto anhelan. Creen que necesitan encontrar alguien que se amolde a esas expectativas esperando que le de felicidad. Y cometen el primer error: No revisar en primer lugar que clase de expectativas se tienen.
¿Por qué sucede esto?
Existen muchas razones, pero nos enfocaremos en las creencias con las cuales nos bombardea la sociedad. Una de ellas sin duda se encuentra en la supuesta imagen que tenemos que proyectar. Se nos dice que siendo de determinada forma, seremos amados y deseados. Tener un cuerpo fornido, una cintura estrecha, estar bronceados, o cualquier otra variante, impulsan a las personas a buscar modelos que no necesariamente calzan con su realidad o con verdaderos valores universales.
Habitualmente se pone mucho énfasis, por ejemplo, en que las parejas que tienen vidas sexuales extremadamente emocionantes son más felices, e inclusive, mejores personas, dignas de admiración.
Y cuando nos vemos bombardeados por este tipo de contenidos, se puede llegar a pensar que algo está mal en nosotros y deseamos imitar esos modelos.
Pese a que la evidencia muestra que la vida sexual en un matrimonio es más satisfactoria que la de una persona soltera (sobre todo en términos de intimidad y plenitud), la sociedad ha contaminado hasta tal punto este ámbito de nuestras vidas, que la mayoría piensa lo contrario.
Si quieres mejorar tu relación es importante que revisen sus expectativas y analicen de qué forma pueden re-adecuar esos términos a metas manejables y ajustadas a la intimidad que han construido en conjunto. Querer verse mejor, hacer ejercicios, vestir bien, es muy bueno, siempre que esté basado en mejorar la relación y no por querer aparentar una vida que no nos pertenece.
Roberto Doussang