Es mucho lo que se ha escrito, dicho y representado sobre la figura del vidente. Todos hemos visto films cinematográficos donde una persona con una capacidad clarividente ayuda a la policía a resolver una trama con desaparición, asesinato y complot de por medio.
Esto no dista mucho de la realidad, manteniendo el tinte de novela negra a un nivel razonable. El vidente ha sido y es una figura a la que se recurre en muchas de las desapariciones de personas en nuestro país, sobre todo por parte de los familiares de los desaparecidos, y lejos de lo que se pueda pensar, el grado de éxito es considerable.
Videntes y clases de videncia
El vidente es una persona con capacidad extrasensorial, esto es con capacidad de sentir y percibir de un modo distinto al resto de los humanos, generalmente este tipo de percepciones llega de un modo mental.
A este estado mental idóneo para tener acceso a la información requerida se puede llegar de diferentes maneras, la primera y más importante diferenciación es que puede ser de un modo voluntario o involuntario.
Existe el vidente que únicamente tiene acceso al poder adivinatorio mediante el sueño, son los llamados sueños reveladores.
Otro tipo de vidente es el que necesita de un elemento físico para la clarividencia, aquí entraría la lectura de manos, la bola de cristal o el tarot.
A según qué vidente le es suficiente con tener una prenda u objeto de la persona sobre la cual debe realizar la adivinación.
La videncia es una práctica que se puede desarrollar y mejorar, hacernos más capacitivos, para ello los videntes realizan ejercicios espirituales, de concentración y relajación, que les ayuda a mejorar su sensibilidad.