Lo que en verdad nos lleva a construir una vida prospera es nuestra capacidad de amar.
Podrás llenar tus días de actividades, charlas superficiales, encuentros fortuitos, pero es sólo en la medida en que seas capaz de aceptarte a vos mismo, de valorar tus sentimientos, de respetarte, sólo entonces recibirás amor de calidad.
Cuando no te amas lo suficiente y con tal de sentirte acompañada o de sentirte querida, te encontras al lado de alguien que no te corresponde en lo afectivo, que no te valora y te lastima y vos lo permitís, significa que no te valoras lo suficiente.
Hay mujeres y también hombres que aceptan malos tratos y también indiferencia por parte de sus parejas, inclusive de sus amistades, porque piensan que los otros actúan así porque los aman.
Parece que tenemos un poco desdibujado el significado verdadero del amor.
Cuando una persona te ama realmente te llenará de atenciones, querrá que seas feliz, te cuidará, le importarán tus necesidades, te respetará.
Cuando amar se convierte en adicción por el otro, en apego, se irá minando tu capacidad de desarrollarte y crecer.
La creencia popular “encontrar a mi media naranja” ¿te es familiar?
Como si pudieras ser la mitad de otro y si no lo encuentras te sentirás incompleta.
Nadie es la mitad de otro.
Somos, cada uno de nosotros, seres completos.
Lo ideal es conectarse con otros que también se sientan completos en sí mismos, que sientan que nada les falta.
Entonces, con ellos se puede compartir y crecer, tal vez juntos.
Si el amor no se brinda desde el corazón es tan sólo una transacción. Igual que cuando compras algo.
Recuerda que mereces lo mejor!
Lic. Laura Fichendler