Muchas personas conocen el concepto de “negación” y sobre todo lo relacionan con una de las etapas de duelo, en la que normalmente se niega el sentimiento que se tiene frente a la pérdida de alguien; vemos a estas personas siguiendo su vida, o riendo, en situaciones de muerte o inclusive en funerales. Pero hay algo, que tenemos los seres humanos que es aquello a lo que podemos llamar la RE-negación.
La re-negación equivale a aquella negación de algo que estamos viendo pero que preferimos hacer como si no existiera; normalmente negamos sentimientos y/o pensamientos internos, pero “renegamos” aquello que puede ser visible para todos los que no rodean. Esto vendría a ser el mecanismo que interviene en aquel célebre refrán que dice “No hay peor ciego que el que no quiere ver”
¿Qué normalmente “re-niega” una persona? Normalmente suelen ser situaciones muy impactante, que el simple hecho de aceptarlas, podría cambiar el rumbo de su vida. Por ejemplo:
- Una infidelidad de la pareja
- El crecimiento de alguno de los hijos
- El propio cambio, tanto físico como emocional
- Una enfermedad propia
- Aspectos desagradables de personas significativas
¿Por qué “re-negamos?
- Porque para la persona existe una ganancia; ejemplo: si no veo todas las señales de una infidelidad, puedo seguir con mi proyecto de vida.
- Porque podemos continuar con la idealización de alguien; ejemplo: si no veo los defectos de mi padre, puedo mantener la imagen ideal de él y evito enojarme
- Porque, para el inconsciente, es más fácil negar la existencia que enfrentar un dolor.
¿Qué hacer?
Debido a la naturaleza de este mecanismo, es difícil que la persona que re-niega busque apoyo frente a esto, primeramente tiene que pasar por un proceso de autorreflexión; por eso las recomendaciones básicas son:
- Ser sinceros con uno mismo.
- Escuchar las opiniones de las personas que nos quieren y reflexionarlas; sí es cierto, “las cosas de quien vienen”, pero siempre es bueno estar alerta de las señales que el exterior nos da.
- Escuchar señales de nosotros mismos: si me siento triste, enojado o me enfermo seguido y no puedo identificar el por qué, probablemente puedo estar viviendo una situación que estoy “re-negando”.
- Tener presente que más vale el dolor de enfrentar algo, que el dolor del haber cargado algo por mucho tiempo.
- Nunca es tarde; si ahora se da cuenta de haber caído en este juego que nosotros mismos creamos, se puede hacer algo al respecto.
Lic. Florencia Bevilacqua