¿Quién puede decir que no tiene, no ha tenido o no tendrá problemas con su pareja? La falta de comunicación, situaciones económicas o familiares difíciles, infidelidad y celos son algunos de los conflictos más frecuentes que como psicoterapeutas de parejas, llegan a nuestros consultorios; y la pregunta siempre es ¿qué es lo que puedo hacer para solucionar mi conflicto en pareja? Y sobre todo ¿por dónde comienzo?
Para responder a esta pregunta, me atrevo a indicar 5 puntos básicos a tomar en cuenta, al momento de buscar una solución en pareja.
Reconocer que tenemos un problema. Si, ya sé que parece muy sencillo, pero es en este punto en donde la gran mayoría de las parejas batalla porque tendemos a ocultar cuando algo no está bien, o simplemente se asume que es la otra parte de la pareja quién tiene el problema y debe solucionarlo pero no es así en realidad; decir en plural TENEMOS UN PROBLEMA es la clave en este punto y hay que reconocer que nosotros también estamos incluidos en el problema, tanto si participamos en él, lo callamos o decidimos no tomar cartas en el asunto.
Realizar una reflexión individual de cuál es el problema y su origen antes de discutir. La gran mayoría de las ocasiones, discutimos por cosas que en realidad no son las que nos molestan y terminamos peleando por ver a quién le toca lavar los platos de la cena, cuando en realidad el problema es que nos sentimos saturados porque todas las responsabilidades del hogar recaen sobre nosotros. O bien, termino siempre discutiendo sobre las llegadas tarde o llamadas de mi pareja, cuando mi conflicto verdadero es que me he dado cuando que nuestra vida sexual ha sufrido un cambio muy drástico. Ojo, muchas de las veces los problemas aparentes son las manifestaciones de un problema de fondo. REFLEXIONA de dónde vienen esas discusiones interminables para no estar “apagando fuegos” y plantear soluciones de raíz.
Dividir entre lo mío, lo de mi pareja y lo que corresponde a ambos.Ni todo es culpa del otro, ni todo es un problema de pareja. Si yo me siento poco atractivo(a) o estoy irritable porque me despidieron, eso no es un conflicto de pareja sino personal y debo aceptar que ese problema puede estar afectando a mi pareja sin deberla ni temerla. De igual manera, si mi pareja se violenta o no consigue trabajo, no depende de mí solucionarlo. SÍ ES UN PROBLEMA DE PAREJA cuando aceptamos que estas situaciones individuales nos afectan como pareja y que de una manera o de otra, se manifiesta en como yo veo a mi pareja o cómo ésta me ve a mí.
Discutir con un objetivo fijo.Un objetivo fijo no es llegar a la solución total del conflicto, sino establecer un tiempo y un lugar para discutir, así como un objetivo al que queremos llegar. Incluso el objetivo de discutir puede ser descargar aquello que nos angustia o que nos molesta sin esperar una solución, así como también, si deseamos llegar a una solución sobre un tema profundo y complejo, como por ejemplo la manera de criar a nuestros hijos o una infidelidad, es evidente que en una plática de 1 hora probablemente no lo logremos. Ser realistas y honestos es lo ideal para llegar a soluciones.
Pedir ayuda profesional. No tiene nada de malo buscar ayuda si se siente que no se puede solucionar algo en pareja. Un par de ojos y oídos extra, puede llegar a establecer un ambiente para abrir el panorama para crear herramientas y llegar a tener una vida en pareja más estable y tranquilizadora.
Lic. Esther Solís /
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