Una relación que siempre da de qué hablar… inclusive cuando no hay “nada” qué decir. Antes de que puedan aparecer conflictos, amigos y familiares de ambos en la pareja, están a la expectativa de lo que puede suceder entre ellas. Hay relaciones entre suegras y nueras que tienen una perfecta armonía, pero hay muchas otras, que verdaderamente se vuelven un caos.
Si la experiencia demuestra que pueden llevarse bien, ¿por qué hay tantos casos de conflictos?
Algunas causas generales:
- Las madres dan el cuidado que creen mejor para sus hijos, y quieren lo mismo para ellos, inclusive cuando se van de casa.
- Las costumbres en cada familia son diferentes y cuando llega el momento de compartir eventos (como la boda, las navidades, los nietos) los desacuerdos pueden llevar a las suegras a preocuparse por el bienestar de su hijo…
- El tiempo y la prioridad cambia para quien se casa, el proceso de adaptación a ello puede ser difícil… (lo que no debe ser eterno)
- El papel de madre y esposa se confunden por cuestiones psicológicas personales y además de la cultura predominantemente machista
- Una cultura, como la mexicana, donde la madre ha sido idealizada a grados “inigualables” el hombre puede confundir el lugar en cual debe ubicar a cada una. Inclusive, muchos pueden creer que la madre siempre será prioridad.
Algunas cuestiones más inconscientes:
- Se reactiva conflicto de madre vs. hija en la adolescencia, vuelven a necesitar marcar territorio y definir independencia.
- Puede existir en la nuera la necesidad de tener a un hijo más que un esposo al mismo nivel que ella.
- Puede existir una fuerte dependencia emocional por parte de la suegra hacia sus hijos, más aún, en generaciones anteriores donde los hijos eran una de las labores más importantes de la mujer, si no es que la única.
- En los casos de ausencia del padre (físicamente o emocionalmente) se puede dar una relación entre madre-hijo donde el hijo en realidad esté ocupando el lugar del esposo de la madre.
- Patrones repetitivos, “si mi madre tuvo una mala relación con su suegra, yo lucharé por lo que ella tanto luchó”
- Las necesidades emocionales de cada una: la suegra puede estar necesitando identificarse con ella, inclusive afecto, o la nuera puede estar buscando otra mamá, y cuando esto no sucede las expectativas no cumplidas generan dolor, rechazo, lo que puede resultar en rivalidad.
- Pueden existir sentimientos de inseguridad por parte de la nuera y la suegra respecto de sí misma.
- Ambas pueden sentirse amenazadas, apareciendo aquellos celos que alertan ante una posible “pérdida” de un ser amado.
Terri Apter, una psicóloga que, al ver cómo se fue complicando la relación con su suegra, decidió escribir un libro (“What do you want from me?”) con valiosas recomendaciones para llevar “la fiesta en paz”. Aquí algunas de ellas:
Recomendaciones para la suegra
- No juzgar de inmediato a la nuera. Se necesita tiempo para conocer a una persona.
- No esperar ser la única que pone las normas en la familia. Ella también tendrá las suyas.
- No demostrar favoritismos. No hay nada malo en querer más al hijo que a la nuera, pero minimizar los logros de esta generará conflictos.
- Aceptar que la nuera puede tener ideas distintas sobre cómo educar a los hijos.
Para la nuera:
- Tratar de expresar que se valora lo que la suegra aporta a la familia.
- Demostrar interés por ella: es un mensaje de bienvenida, de no sentirse amenazada.
- Es más fácil poner límites si se han establecido conexiones previas, pero, si hay que marcar el territorio, hacerlo de forma positiva (como: “Este domingo no, pero ¿por qué no el próximo?”).
- Facilitar el acceso a los nietos, pues libra de mucha ansiedad a los suegros.
- La clave (tanto para la nuera como para la suegra) es convertir la competición en colaboración
Para el hijo:
- Evitar la estrategia de no involucrarse: se puede tener varias lealtades sin que ello implique lealtades divididas.
- Elogiar a la mujer y mostrarse cariñoso con ella en presencia de los padres.
- No admitir críticas hacia la mujer de forma firme y educada. La pareja tiene menos posibilidades de disgustarse con la suegra si sabe que él la apoya.
- A la vez, tranquilizar a la madre, demostrándole que tener pareja no implica romper con su familia.
- Facilitar el acceso a los nietos, así los padres no verán a la nuera como la única que decide.
Y algunas recomendaciones más:
- Entender que el lugar que ocupa cada una es DIFERENTE, es básico para terminar con la rivalidad; no se puede luchar con alguien que está en otro “campo de batalla”
- Revisar, mediante la autorreflexión, qué de nuestra historia puede estar influyendo en la problemática, para evitar discusiones innecesarias.
- Entender, yo mamá, por qué me cuesta dejar que mi hijo forme una familia, por qué me cuesta entender que ya está en otro núcleo, y lo que hice hasta ahora, ha sido mi mejor trabajo para su nueva vida.
- Entender, yo esposa, por qué veo a la suegra como alguien que puede robar mi lugar.
- Hacer un plan, como pareja, para dar espacio a los padres, lo suficientemente cercano para que no sea un conflicto de pareja, y lo suficientemente lejos para que puedan arman su familia independiente y nueva.
- Y por último, mamás y suegras, no lleguen predispuestas a esta relación… hay mucho que aprender una de otra.
Lic. Florencia Bevilacqua /
lic_florencia@psipre.com