El colesterol – el gran enemigo?Si has leído la Guía de Alimentación de Fitness Revolucionario sabrás que soy bastante amigo de los huevos como pieza importante de tu alimentación (y si no, a qué esperas para pedirla??). Sin embargo, es la parte que me ‘obliga’ a dar más explicaciones. Mucha gente se sorprende de que recomiende comer huevos todos los días, y dudan que realmente esto sea saludable. Acabo de revisar mi correo y he contado 25 mails donde la pregunta de fondo es ‘No aumentará mi nivel de colesterol por comer tantos huevos?? ‘. Y no les culpo, ya que la industria (médicos, nutricionistas, medios de comunicación…) ha sostenido durante años una campaña sin tregua contra el colesterol, donde el huevo es supuestamente uno de los principales culpables de los niveles elevados de colesterol.
Más tarde volveremos al huevo, pero antes de nada quiero limpiar la imagen del colesterol. El colesterol es un lípido que se encuentra en los tejidos corporales y el plasma sanguineo del cuerpo, y su presencia es clave para nuestra salud.
El colesterol cumple varias funciones: formación y mantenimiento de las membranas celulares, es el precursor de la vitamina D, de la bilis y de múltiples hormonas, entre ellas las hormonas sexuales.
Es decir, necesitamos colesterol, por eso nuestro hígado se encarga de producir un suministro continuo, entre 1.000 y 1.400 miligramos por día. Y la cantidad de colesterol que se produce depende también de la que ingerimos; es decir, si comemos más colesterol nuestro hígado producirá menos para compensar, y viceversa.
También es conocido que existen dos tipos de colesterol, el LDL (Low Density Lipoprotein) encargado de llevar el colesterol del hígado a los tejidos que lo requieran, y el HDL (High Density Lipoprotein), encargado de transportar el colesterol de los tejidos de vuelta al hígado cuando ya ha sido ‘usado’. Ambos son necesarios, sin embargo, en su obsesión por catalogar todo como Bueno o Malo, la industria ha definido que el HDL es el colesterol bueno (por ‘recolectar’ el colesterol del cuerpo) y el LDL es el colesterol malo (por tener el poco honorable papel de transportarlo por el cuerpo). Ojalá las cosas fueran tan simples!.
En los últimos años se ha descubierto que existen en realidad dos tipos de LDL, uno formado por partículas de mayor tamaño, que fluyen por la sangre sin ‘pegarse’ a las paredes de las arterias, y otro tipo de LDL compuesto de partículas pequeñas, que sí se van acumulando en las paredes arteriales (al oxidarse), y que con el tiempo puede producir arterioesclerosis, con los resultados ya conocidos (infartos, trombosis cerebral, gangrena en las extremidades…).
Volviendo a nuestra preocupación inicial, no se ha encontrado relación entre la ingesta de colesterol y el nivel de LDL de baja densidad en la sangre (el que podríamos describir como realmente malo). Sin embargo, sí hay múltiples estudios que relacionan la ingesta de carbohidratos refinados y azúcares con altos niveles de este tipo de LDL.
Interesante, verdad? Se repite la misma secuencia de eventos que ha llevado a demonizar otros alimentos, con terribles efectos para nuestra salud.
Por ejemplo en el caso de las grasas el proceso fue el mismo:
Se identifica (correctamente) que un exceso de grasa en el cuerpo acarrea múltiples problemas de salud (aparte del impacto estético).
Se especula (incorrectamente) que la grasa que almacena tu cuerpo está relacionada directamente con la grasa que ingieres (cuando la realidad es que la grasa que almacenas depende principalmente del control de la insulina, para lo cual debes minimizar el consumo de hidratos de carbono refinados y el azúcar, es decir, los culpables de siempre).
La industria lanza el mensaje de que no debes consumir grasa, y se popularizan las dietas ‘bajas en grasa’ como solución a todos los problemas. La industria alimenticia viene al rescate (sí, claro…) produciendo productos bajos en grasa, para lo cual en muchos casos lo que hace es sustituir la grasa por….adivina… hidratos de carbono! haciendo el problema todavía mayor.
Y en el caso del colesterol, la secuencia ha sido la misma, aunque afortunadamente ya se escuchan doctores en los medios reconociendo esto.
Sin ir más lejos la CNN hizo un reportaje muy interesante donde los mejores cardiólogos explican que los indicadores de colesterol tradicionales sirven de poco, y desde luego no son un buen indicador de tu probabilidad de sufrir un ataque al corazón.
Y volviendo a los huevos, espero haber dejado claro que consumir huevos (yema y clara) diariamente no sólo es saludable por el contenido nutricional que aportan, sino que no afectarán negativamente tu salud cardiovascular. Y como siempre, recuerda que ‘el origen importa’. Come huevos de gallinas que hayan tenido una alimentación natural y que hayan corrido libremente por el campo. Evita los típicos huevos industriales producidos por gallinas cuya alimentación está basada en piensos o harina de pescado, y que son forzadas a sobre-producir con métodos más que cuestionables.
La Revolución del Fitness es buena para ti y también para los animales de los que dependemos!!
En cualquier caso, el tema del colesterol da para mucho más, y hay otros factores como el número de partículas LDL, diferente al nivel total de colesterol LDL, que también es un factor en el riesgo cardiovascula. En este artículo puedes leer más sobre el tema.
Fuente:
http://fitnessrevolucionario.com/2012/02/18/el-colesterol-el-gran-enemigo/