Qué es el REIKI?
El Reiki es una práctica japonesa de sanación, no-invasiva, que ayuda a movilizar el cuerpo, la mente y el espíritu, hacia un equilibrio y bienestar.
Reiki es considerado como una terapia complementaria, usada por muchas personas que cursan un tratamiento para el cáncer.
Cómo se realiza?
Durante una sesión de Reiki, el practicante coloca sus manos suavemente sobre la persona totalmente vestida, que puede estar acostada en una camilla o cómodamente sentada en una silla. También pueda realizarse en el hospital en la cama del paciente.
Además de recibir sesiones de Reiki de un practicante, la persona puede ser fácilmente entrenada convirtiéndose en un practicante habilitado para darse sesiones a si mismo o a otras personas. Un Maestro de Reiki es quién da la instrucción y la iniciación en la práctica.
Qué se trata con el REIKI?
Como algunas otras terapias complementarias, el Reiki, trata a la persona en forma integral, uniendo y equilibrando cuerpo, mente y espíritu. Un tratamiento armoniza a la persona logrando equilibrarla y como resultado esto brinda alivio o disminución de sus síntomas.
En el caso particular del cáncer, el Reiki ayuda en la reducción de eventos adversos, ocasionado por el tratamiento convencional (incluyendo nauseas, vómitos, ansiedad, estrés, fatiga, etc.) y aumentando las sensaciones de paz y armonía, conectando el cuerpo con su soporte interior, relajándolo y equilibrándolo.
Para los pacientes que están bajo tratamiento para el cáncer, el estrés puede ser desbordante. Encontrar herramientas que lo ayuden para serenarlo es invaluable.
El Reiki ayuda en este proceso de búsqueda de serenidad para reducir el estrés del paciente en tratamiento.
Por qué el REIKI ayuda a reducir el estrés durante el tratamiento del cáncer?
1. Las sesiones de Reiki equilibran:
Luego de una sesión de Reiki, es común para quien lo recibe decir; “Me vuelvo a sentir yo mismo de nuevo”.
Reiki crea una oportunidad para los pacientes de reparar la armonía interna y la sensación de conexión con su ser interior que parece haberse perdido durante el turbulento tratamiento que revoluciona a la persona en todos sus aspectos.
Un paciente de cáncer recientemente remarco luego de una sesión…..”me conecte íntimamente con un lugar interior, que hizo que me olvide de todo”.
2. Las sesiones de Reiki crean un espacio donde relajarse:
Durante una sesión de Reiki, las personas están acostadas o sentadas en una posición muy cómoda, mientras el terapeuta ubica sus manos por las distintas áreas del cuerpo. La persona no tiene que hacer nada, solo tiene que usar este espacio para relajarse y focalizarse en su bienestar.
Zen Master Thich Nhat Hanh señala la importancia de “parar”, como una de las formas para cultivar la sanación interna:
“Al comienzo, “parar” puede parecer una forma de resistencia a la vida moderna, pero no lo es…...la supervivencia de la humanidad depende de de nuestra habilidad para “parar” de correr. Parar no sólo frenar lo negativo, sino permitir que lo positivo aparezca y la sanación tenga lugar.”
3. Las sesiones de Reiki te nutren:
Cuán a menudo te permites un espacio para que cuiden de vos? Durante una sesión, las personas están totalmente inmersas en una experiencia de cuidado a través del leve toque de las manos del practicante.
Muchas personas sienten que las sesiones son muy tranquilizantes y a la vez brindan un soporte donde se permiten entregarse. Ya sea que uno aprenda la práctica de Reiki para tratarse a sí mismo, o que reciba una sesión, el tiempo de práctica de Reiki crea un nutritivo espacio para sanarse.
Un paciente refirió: “Sentí un efecto de serenidad sobre mí. Aun siento el cuerpo relajado y que mi ansiedad ha disminuido.”
4. Las sesiones de Reiki no son invasivas:
El Reiki es un complemento del tratamiento convencional, el cual no necesita manipular ni diagnosticar al paciente. El practicante no presiona, ni palpa, ni pide al paciente que ingiera algo. Tampoco hablan acerca del cáncer, ni que hacer para curarlo. No necesitan saber información específica acerca del tratamiento del cáncer, ni conocer cómo funciona sobre el paciente, y no van a tocar ninguna parte de su cuerpo que no la persona no desee ser tocado.
Un practicante de Reiki ubica simplemente sus manos sobre o levemente por arriba del cuerpo en distintas zonas donde la persona se sienta confortable de forma tal que la sesión se desarrolle con total naturalidad.
Las sesiones de Reiki promueven el bienestar mientras le dan al paciente la oportunidad de tener el control de su ser y de la sesión, con la seguridad de recibir sólo lo que sienta que es bueno para él.
5. Las sesiones de Reiki ayudan a dormir y reparar:
Dormir y descansar correctamente son componentes esenciales para permitir que nuestro cuerpo se cure. Uno de los beneficios más comúnmente expresado por las personas que reciben Reiki es que las sesiones los ayudan a dormir mejor.
Las personas notan que las sesiones de Reiki son recuperadoras y rejuvenecedoras. Cuando uno duerme mejor, se siente mejor y más descansado, este bienestar permite lidiar con el estrés cotidiano.
Contraindicaciones
No existen contraindicaciones, lo que significa que no hay ninguna razón por la cual se deba evitar una sesión de Reiki, ya que no es invasiva y no produce ningún daño. Es considerada una práctica segura que no compite con otras intervenciones y/o tratamientos. Es importante aclarar que no es una práctica alternativa, es complementaria, ya que no compite con el tratamiento médico.
Articulo extraído de ONCOLINK - News
Traducido por Laura Rodero