El Poder De La Elección

El poder de la elección es la gran facultad que tenemos los seres humanos por encima de otras creaturas que habitan el mismo universo como animales y plantas para orientar nuestra vida hacia un fin determinado personal, espiritual o material.

Pero el poder de la elección sufre cambios a través de la vida, puesto que se convierte con el paso de los años en un programa o patrón de respuestas automáticas condicionadas, practicadas y recibidas de forma consciente o inconsciente.

Sin duda que la elección es un concepto que va de la mano con la decisión pues mientras que la elección es una escogencia de determinada preferencia, la decisión es la fuerza interna que dictamina cual es el camino elegido.

La elección hace parte de todas las actividades humanas cotidianas en los cuatro aspectos o áreas en las que vivimos: espiritual, mental, físico y emocional. Y como hemos dicho generalmente está condicionada con base en una programación mental inducida o elegida. Esto lo hace el cerebro de una forma que simplifique a la parte consciente de la mente el estar siempre analizando y evaluando posibles eventos y respuestas que ocurrirán, lo cual hace que el poder de la elección se encuentre fraccionado o recortado frente a los grandes cambios que podrían hacerse en la propia vida si el poder de la elección se utilizará más como una herramienta consciente.

En los seres humanos en lo que tiene que ver con las funciones orgánicas como el control de la respiración, el ritmo cardiaco, el metabolismo la renovación celular, la digestión, el parpadeo, y demás procesos necesarios para la supervivencia son controlados de manera inconsciente por mecanismos cerebrales altamente complejos, pero en un plano físico de movimiento, mental y emocional el predominio de la elección puede hacerse de forma consciente.

En especial el poder de la elección está dramáticamente influenciado y condicionado por la información que se recibe a través de palabras, imágenes y sonidos que luego desencadenan emociones y actúan en el cerebro para producir comportamientos y acciones concretas, que pueden ser buenos o malos de acuerdo con un orden de valores y principios morales y éticos, que afectan primero al individuo, luego a una comunidad y después a una sociedad.

En lo que a éxito se refiere el poder de la elección juega papel fundamental en la ocurrencia de eventos favorables hacia una o varias metas determinadas. Sin embargo esto no sucederá para bien si primero no se conoce, cultiva y adiestra esta facultad en pos de los objetivos deseados siempre y cuando estos sean: legales, morales y éticos.

En una sociedad relativista como la actual donde muchos sectores se permiten toda clase de acciones que atentan contra la propia vida y la de otros, el poder de la elección se encuentra eclipsado y ha sido reemplazado con una debilidad emocional experimental que trata de llevar hasta las últimas consecuencias un libre albedrío mal dirigido y que es el responsable de llevar miles de personas tempranamente a una tumba, a una cárcel o a una serie de impedimentos físicos, sociales y morales que confinan la vida de muchos individuos a la postración, la invalidez, la desesperanza, la miseria, la exclusión social y el abatimiento.

De acuerdo con esto el poder de la elección es una facultad necesaria que debe utilizarse por el derecho a la vida y a una vida digna para todos, pero comenzando con la propia a través de hacer las mejores elecciones posibles que desarrollen las capacidades personales y que lleven a una finalidad trascendente de la vida.

Si vamos a hacer uso inteligente del poder de la elección es bueno tener en cuenta las siguientes directrices:

No exponerse a cualquier tipo de información o de acción de manera repetida sin primero imaginar o deducir las posibles consecuencias que de ellos se deriven. Por ejemplo en la búsqueda de la verdad que tiene el ser humano muchas personas actúan de manera muy desprevenida ante los agentes de información que abundan y establecen patrones inconscientes mentales y emocionales que luego ocasionan en su vida: escasez, enfermedad, ruina moral y económica.

Esto tiene que ver con mirar imágenes, leer y escuchar mensajes continuos a través de los medios de comunicación en la TV, radio y prensa como: asesinatos, robos, violaciones, desastres, etc. que generan comportamientos violentos y aislamiento social , y otros como drogadicción, pornografía, melodramas, que generan adicciones, desviaciones y tendencias a la depresión, trastorno obsesivo compulsivo y tendencia al suicidio.

En el caso de la música por ejemplo la conjugación de sonidos y palabras con determinados tonos pueden producir comportamientos alterados ya sea de energía y entusiasmo pero también de violencia, agresividad, melancolía y depresión.

La asociación con determinado grupo de personas es también un poderoso agente influenciador en el tipo de comportamientos que tienden a desarrollarse y afirmarse en los diferentes tipos de personas según edad, intereses y preferencias.

El frecuentar compañías con costumbres y hábitos que van detrimento de los valores y principios sanos que edifican y enaltecen al ser humano es un precio muy alto que hará de esta elección un camino tortuoso hacia la decadencia moral y personal.

En los niños y los jóvenes especialmente el poder de la elección debe ser supervisado por adultos responsables porque en ellos predomina más la emoción de vivir las experiencias y la intrepidez de enfrentar retos y peligros que de ser racionales y actuar en consecuencia, razón por la cual pueden fácilmente hacerse daño o dañar a otros sin haber tenido la intención de que esto ocurriera.

En el adulto joven y medio el poder de la elección se ve en cambio muy afectado por sus paradigmas o modelos mentales y es desde ahí desde donde hay que hacer un análisis consciente de que tipo de elecciones y decisiones se toman de acuerdo con esos paradigmas y si esas acciones concretas y comportamientos traen al mundo visible los eventos, las circunstancias y resultados que se anhelan para un futuro promisorio.

En el adulto mayor finalmente el poder de la elección se hace muy poco de forma consciente, en cambio si se hace casi totalmente de forma inconsciente con base en los paradigmas afianzados por años en forma de hábitos mentales y físicos, razón por la cual es el periodo de la vida donde con mayor dificultad se pueden hacer cambios, ya que existe gran resistencia a ellos. No obstante se pueden hacer con trabajo y esfuerzo algunos cambios que afecten positivamente una vida marcada por la repetición de pensamientos y conductas no deseadas.

Pues bien si la condición del hombre es utilizar el poder de la elección con mayor frecuencia de forma inconsciente a medida que avanza en años, ¿cuál sería entonces una forma efectiva de contrarrestar esto y tomar dominio de esta importante facultad?

La mejor opción según los expertos en psicología práctica es la creación de nuevos paradigmas o modelos mentales que afirmen los valores, principios e ideales de: superación, avance, creatividad, salud y oportunidades a los que tiene derecho todo hombre sin importar su raza, condición social o credo específico.

Y partiendo de esta base los paradigmas que son pensamientos con una combinación de emociones repetidos necesitan crearse a partir de nuevos pensamientos repetidos y nuevas emociones que contrarresten y cambien los hábitos de pensamiento y acción y comience así un nuevo poder de elección.

Veamos entonces algunos consejos prácticos para hacer que esto ocurra:

Los pensamientos se generan en tu vida debido a múltiples factores: imágenes, sonidos, palabras, emociones, sensaciones y experiencias. Luego de acuerdo con esto debes escoger en este orden los factores anteriormente mencionados que mejor se anclen a tu consciencia para dirigir tu vida en la dirección indicada. Estamos hablando claro de una vida exitosa, llena de recompensas personales y salud en las cuatro áreas de experiencia humanas: espiritual, mental, emocional y física.

Como esto no es un proceso sencillo, máxime cuando se ha tenido una vida indiferente o ignorante a estos importantes factores debes comenzar un programa de adiestramiento en autoayuda y superación a través de recursos recomendados que te ayuden a agilizar y avanzar en el proceso, sin sentir angustia, miedo o dolor a medida que este se desarrolla.

La lectura sigue siendo y será siempre un vehículo de conocimiento importantísimo para aprender nuevos modelos de pensamiento, especialmente la lectura de libros de Desarrollo Humano que a través de experiencias ajenas muestren opciones para resolver problemas y situaciones bien sean cotidianas o complejas y que permita adelantar las respuestas ante eventos que tienden a desestabilizar al ser humano mientras busca las respuestas en el camino hacia una meta específica. De acuerdo con esto desarrolla el hábito de la lectura de este material por lo menos en una frecuencia de veinte a treinta minutos diarios.
Un poder de elección adecuadamente entrenado y adiestrado te permitirá escoger las mejores relaciones y hacer amigos sinceros que te lleven hacia la conquista de los objetivos, mientras se crea entre todos un equipo de mutuo apoyo y alto rendimiento. La asociación inteligente con personas que te ayuden y apoyen no implica discriminación de otras, simplemente es una elección sensata para evitar malas influencias y reveses inevitables que se presentan cuando las compañías no son las adecuadas.

Es muy importante también entrenar el poder de elección para frecuentar y recibir con mayoría aquella información positiva que te construya y desarrolle como ser humano. La información negativa como la promulgada por los medios de comunicación de: asesinatos, robos, escasez, tragedias, violencia, depresión, etc. no la debes frecuentar o repetir en tu mente, por tanto ocupa tu mente con la información que te lleva a amar la vida y a ser productivo(a) en todos los aspectos: espiritual, mental, emocional y físico.

En cuanto al tema económico se refiere, este es uno de los aspectos más delicados e importantes donde necesitas ejercitar el poder de la elección en la flexibilidad al cambio y utilizar este poder para seleccionar las oportunidades y nuevos conceptos de negocios ágiles y de gran crecimiento que vienen con la Era de la Información y el poder de la Internet.

Elegir los métodos viejos de hacer dinero como: el empleo, la especialización, la subida por la escalera corporativa o los negocios tradicionales que esclavizan y no permiten tener tiempo libre, sin tener en cuenta una segunda opción para nivelar la económía personal y familiar puede ser una elección muy costosa no sólo en términos de producción de dinero sino en aquellos bienes invaluables que no se recuperan en el ser humano: tiempo, salud y juventud. Piénsalo bien, hoy como nunca con los recursos de la era digital existen métodos probados para hacer que el dinero sea un aliado en tu vida trabajando para tí y no al revés.

La salud es sin rodeos otro tema donde hay que entrenar y ejercitar el poder de la elección. Muchas personas se acortan la vida y la salud ingiriendo comidas grasosas, muy condimentadas sin mencionar aquello que atenta directamente contra los órganos vitales como el: alcohol, el tabaco y las drogas.

El sedentarismo también hace lo propio por dañar tu salud y acortar tu vida, tu energía y el vigor necesario para tener una vida de calidad. Por lo tanto ejerce tu poder de elección implementando una rutina diaria de ejercicio controlado esto puede ser simplemente caminando por veinte o treinta minutos en espacios amplios y con naturaleza, evitando la comida chatarra, tomando de seis a ocho vasos de agua y durmiendo al menos como adulto de siete a ocho horas diarias.

Ejerce también tu poder de elección disminuyendo y acabando con las adicciones a sustancias psicoactivas y alucinógenos que son los responsables de acortar aceleradamente la vida.

Finalmente si buscas un nivel de éxito estable y duradero para tu vida te sugerimos utilizar tu poder de elección de acuerdo con los siguientes valores y principios: Dios, familia, trabajo, pais, progreso, justicia, equidad, coherencia, defensa de la vida, honradez, integridad y superación. Esto aplica no sólo para tu vida, sino para todo tipo de relaciones que impliquen acuerdos y compromisos con personas: desde elegir compañeros de trabajo, relaciones sentimentales, elección de amigos, socios, gobernantes, etc.

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