Una de las primeras cosas que hacen todas las personas cuando amanece es verse en el espejo, algunas admirando su belleza, otras deseando y haciendo todo por ser más bellas, otras frustradas porque no son como quisieran ser y algunas muy pocos felices sin importarles cómo son o cómo los ven los demás.
Realmente las personas valen sin importar cómo son, ni lo que tienen, pero la gran mayoría tiene un creencia errónea que les perjudica: “mientras más bello(a) soy, más valgo” Esa es una de las creencias que causan infelicidad y frustración y casi todos la tienen arraigada en sus mentes porque desde niños les hacen creer eso. Por ejemplo, las niñas bonitas desde temprana edad comienzan a recibir halagos y preferencias tanto por parte de los padres como por el resto de la gente, cosa que no siempre sucede en las niñas feas. A las bonitas constantemente les dicen: “eres muy bonita”, “eres muy agradable”, “¿quieres un dulce?”, “cuando seas grande los muchachos te perseguirán”, etc. y todos quieren estar en compañía de esas niñas agradables, pero a las feas o con poco belleza ¿qué le dicen? Nada. Las niñas que no son muy bellas desde chicas comienzan a darse cuenta de esa diferencia en el trato de las personas y comienzan a subvalorarse, de alguna manera igual sucede con los niños.
Luego las niñas crecen y se convierten en muchachas hermosas y todos los hombres andan tras de ellas como esclavos rogones que no hacen más que halagarla a cada rato resaltando nuevamente su belleza; es más, esas muchachas ya hasta se fastidiaron de tanto halago y de que los hombres sólo valoren su físico, subconscientemente ellas sin darse cuenta creen: “este es del montón de rogones que tengo en mi poder” Este fenómeno afecta tanto a las mujeres que no son tan bellas como ellas como a los hombres que no son correspondidos por ellas, haciendo que todos ellos se subvaloren.
Por otra parte, si ves las telenovelas y los anuncios comerciales en la televisión te darás cuenta que más de un 90% de las personas que salen allí son muy bellas, entonces si no eres tan bello como ellos te subvaloras y deduces que eres de menor valor y de menor importancia. ¿Cuándo harán una telenovela donde salga pura gente fea? Creo que nunca, porque sería menos atractiva y cómo negocio no sería bueno.
Entonces, el problema comienza desde la infancia, ya que se tiene una fuerte creencia de que los menos bellos valen menos, y aunque racionalmente sepas que vales lo mismo esa creencia te hace sentir que vales menos. Esto se resuelve cambiando la creencia. Cuando estás seguro de que vales, cuando crees firmemente que tu valor es muy alto no te importará lo que los demás digan u opinen, lo que crees es lo que controla tus actitudes. Por ejemplo, si te digo que el lodo es muy sabroso, delicioso y que además contiene muchas vitaminas, no me creerás. Si te invito a comer un plato de lodo por más que trate de convencerte no lo comerás, porque sabes y crees que lo que te digo es mentira. Estás seguro y no dudarás ni un segundo en si debes o no comer el lodo, estás seguro que no se come. De la misma manera, cuando creas que tienes un alto valor por más que vengan 100,000 personas y te digan que eres un miserable feo bruto, por más que traten de convencerte de que no vales no lo lograrán, no moverán tu valor ni te harán sentir menos. Si alguien te dice que el lodo es sabroso y delicioso lo que te causará es risa, nunca desearás comerlo; de la misma manera cuando alguien intente convencerte de que no vales porque eres un miserable feo bruto lo único que te dará es risa, no te convencerá, pues tendrás muy claro el valor que te tienes a ti mismo.
Nunca subordines tu valor a tu aspecto físico, porque si lo haces ya te autoderrotaste inmediatamente en muchos aspectos de tu vida. Hay personas que se consideran feas pero muy inteligentes, y aún sabiendo que son inteligentes se sienten frustradas y sin valor, porque creen que ser bello es mejor que ser inteligente, sobre todo con el sexo opuesto y realmente no es así. Te lo diré en palabras cortas: “Un inteligente puede lograr muchas veces lo que un bello logra con su belleza, pero un bello muy pocas veces puede lograr lo que un inteligente logra con su inteligencia“. Ahora, si tú crees que no tienes ni belleza ni inteligencia no importa, porque el valor no depende ni de la belleza, ni de la inteligencia y mucho menos del dinero. Tener un alto valor es como el cimiento del éxito, si no te valoras ya te autoderrotaste, pero si te valoras has dado un gran paso.
Tener un alto valor de ti mismo es el primer paso para el éxito con el sexo opuesto, es el primer paso para el éxito en los negocios, es el primer paso para el éxito en todo.
Ahora, tú puedes decir: “sé que valgo mucho, y aunque lo sé me dejo llevar por las opiniones de los demás y en el fondo me sigo sintiendo sin valor” Eso sucede porque lo sabes pero no tienes la creencia firme, y peor aún, tienes creencias contrarias que te implantaron desde la infancia, cómo dije en los primeros ejemplos. Lo que tienes que hacer es convencerte día a día de que vales mucho, y si sigues leyendo esta web siempre, poco a poco irás creyendo y aceptando tu valor propio, porque una de las maneras en que se implanta una creencia es por repetición así como cuando quieres aprender de memoria algo lo repites muchas veces.
Apréndetelo muy bien: vales sin importar tu apariencia física
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