Quiero comenzar por agradecer a todas las personas que se comunican conmigo y por sus palabras tan gratificantes. He decidido escribir para ellos, pero también para ti o para ese amigo que conoces y que atraviesa esa etapa difícil en su vida, y tienen miedo de comenzar, tomar una decisión y cambiar porque si no hacen nada a tiempo entonces deben tener presente que pocos saben cómo salir fortalecidos y convertir la difícil experiencia en un aprendizaje positivo, que les dé un mayor impulso para seguir adelante.
La vida es una escuela, donde cada una de las diferentes situaciones que vivimos cada día, con mayor o menor intensidad, representan la oportunidad permanente de reflexionar, de revisarnos, de aprender, de compartir o intercambiar con otros el producto de nuestra experiencia, para enriquecernos como seres humanos.
¿QUÉ ESPERAS?
La mayoría de las personas luchan a lo largo de su vida por lograr una cierta independencia; es decir, por tener la posibilidad de ser ellos mismos sin necesidad de buscar o requerir la aprobación y el consentimiento permanente de los demás. Y, ciertamente, cuando somos muy jóvenes, no tenemos la madurez, la experiencia, la responsabilidad, ni siquiera el conocimiento necesario para autoconducirnos, a pesar de que siendo adolescentes pensamos que sí podemos hacerlo.
Pero cuando llegamos a la etapa de adultos o cuando tenemos el sentido de poder percibir a conciencia nuestra vida y entorno, con la posibilidad de disfrutar de un cierto margen de tiempo de calidad para nosotros, es el momento para comenzar a vivir una nueva y diferente etapa de nuestra vida, donde podamos ser más auténticos, expresar con responsabilidad lo que pensamos y sentimos, ser más espontáneos para hacer aquellas cosas que nos provocan, que nos inspiran o que nos relajan.
¿Qué esperas para hacerlo? Piensa en qué te impide hacerlo y busca la manera de resolverlo. La verdadera libertad llega a nosotros, como consecuencia de la madurez, la experiencia, la responsabilidad y la conciencia que cada día vamos adquiriendo. En realidad, todo depende de la intención que tengamos y de la decisión valiente y entusiasta que tomemos de vivir como en realidad quisiéramos hacerlo.
LIDERAR TU CAMBIO
Algunas personas tienen miedo a los cambios, pero lo más sano de todo es tener presente que si tomaste una decisión y finalmente te das cuenta que fue un error, debes estar fortalecido para asumirlo y cambiar de rumbo de una vez.
Si decides cambiar de trabajo, estilo de vida, entre otros, hay que tener bien claro que si de pronto estás preparado sólo para hacer un tipo de actividad en especial, tú tienes el poder multidisciplinario, es decir dentro de ti hay mucho talento y potencial que es preciso conocer para que en caso de que no hagas lo que anteriormente estabas haciendo como actividad de trabajo, pongas en práctica muchos otros conocimientos que tienes y así continuar en tu trabajo, en tu vida.
Es que nada se estanca, todo es posible si tú deseas lograrlo, la felicidad y el éxito son para ti también porque tienes muchas cosas buenas que debes saberlas reconocer, identificarlas y hacerlas brillar. Finalmente debes seguir apoyando el cambio que haz decidido por tu voluntad y no decaer en el camino, ya que hay muchas vías que puedes tomar.
Lo importante es que seas feliz y estés contento con lo que haces. Uno es el resultado de lo que piensa y hace. Si esto lo ves de manera positiva, te auguro mucho éxito. Esto debe asumirse como una conducta que puedes aprender y poner en práctica desde hoy mismo. Liderar es un arte y para ejercerlo no es suficiente con el instinto que más o menos posees para ello.
Hay que desarrollarlo, conducirlo, guiarlo y ¿quién mejor que tú mismo(a)? El cambio implica el paso de un estado conocido a otro desconocido, y la incertidumbre que esto genera produce un aumento de inseguridad y, por ende, miedo o paralización. Siempre la última decisión la tienes en tus manos, eres libre de elegir tu actitud ante los acontecimientos de tu vida. Para crecer como personas, para madurar, para mantener un equilibrio emocional que nos permita responder a las exigencias del entorno, hemos de cambiar permanentemente.
No podemos quedarnos estancados ni decir "soy así, qué le vamos a hacer", si sabes o percibes que un cambio te permitiría ser más coherente, más eficaz y más feliz. Tu historia personal demuestra que como ente pensante y sensible que eres, cambias y evolucionas cada día. Y esa es una de las emociones que te ofrece la vida: Comprobar cómo te vas adaptando, cómo vas interactuando con tu entorno.
Es curioso observar cómo a lo largo de la vida los cambios en nuestra forma de ser se producen sin darnos cuenta. Modificamos el carácter como reacción a determinados acontecimientos y no como resultado de una planificación voluntaria. El cambio produce incertidumbre y temor, por esa razón la resistencia al cambio parece una actitud natural. Dejar de lado el temor y aceptar la realidad del cambio es el precio de la mejora. El cambio vendrá de todos modos y mejor que resistirlo es liderarlo.
"No todos los cambios producen mejoras, pero sin cambios no habrá mejoras". Liderar la mejora es liderar el proceso de cambio e implica liderar la acción que tomes sabiendo que todo lo que no recibe impulso no se mueve. Nada importante se logra sin un esfuerzo importante.
Cambiar para ser más nosotros mismos No podemos quedarnos estancados si sabemos que un cambio nos permitiría ser más coherentes, más eficaces y más felices. Para poder cambiar nuestra situación tenemos que transformar nuestra conducta, y es preciso ser sincero con uno mismo para variar el rumbo. Tu vida y tu personalidad la vas construyendo y liderando cada día, y un asunto tan esencial no puedes dejarlo en manos del azar ni de la voluntad de otras personas.
¿CÓMO APRENDEMOS DE NOSOTROS MISMOS?
Todo lo bueno y lo malo está dentro de nosotros mismos, estemos o no conscientes de esa realidad incuestionable. De todo esto, nos convencemos aún mucho más, cuando logramos introducirnos y tomar conciencia de nosotros mismos. La realización y mejoramiento de nosotros mismos no es más que el proceso permanente de toma de conciencia cada vez más profunda.
Por supuesto, esto, tal vez, sólo es realizable para algunos pocos que, difícilmente, conoceremos, hasta que nosotros no nos aproximemos a ellos, más de manera inconsciente y por atracción deliberada de ellos, que por una decisión consciente nuestra.
Entre las múltiples herramientas a nuestro alcance, tenemos, además de a nosotros mismos, a las apreciaciones y evaluaciones conscientes y a veces inconscientes que hacemos acerca de los demás. De los otros, lo que más nos enerva y exacerba, son aquellas de sus características similares a aquellas de nuestras propias características con las que más descontentos estamos al interior de nosotros mismos.
Evidentemente provocar un cambio positivo, es pasar de cualquier situación determinada a otra mejor y si entendemos que esto no es cuestión de suerte, necesariamente debemos liderar el cambio.
TÚ ERES UNA BUENA RAZÓN
-Apréciate y reconoce tus cualidades y mejores características, apóyate en ellas.
-Recuerda que todo sucede por alguna buena razón. No olvides que todo pasa, lo único permanente eres tú, que has sido el único testigo de todo lo vivido... toma en cuenta tus sentimientos y tus anhelos, como el punto de referencia para volver a levantarte.
-Se auténtico(a). Se tú mismo(a), deja de imitar a los demás. Vuélvete practicante de las enseñanzas que consideras parte vital de tu verdad. No olvides que más importante que los conceptos son tus actos.
-Procura en todo momento entregar lo mejor de ti sin esperar gratificación o recompensa alguna, sólo de esta manera podrás saber qué entregas con el corazón en realidad.
-No importa en qué lugar te hayan colocado las circunstancias o tus elecciones, este es el mejor lugar para dar lo mejor de ti, con excelencia, calidad y dedicación a tu mundo. Además, ahí es donde se encuentran las condiciones para tu aprendizaje en este momento, acéptalo y disponte a aprender cualquier lección pendiente.
-Aprender a aceptarnos y a crecer a partir de lo que somos y tenemos y no a partir de lo que quisiéramos ser o tener.
En consecuencia, confiar en nosotros es abrir la puerta para hacer el camino de nuestra vida, y es también la esperanza y la ilusión con la que se mueve una existencia que sabe de su sentido y proyecto allí donde vive.
Lic María Eugenia Hassan
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