Lidera y seduce

A veces, pensamos que la seducción se vincula únicamente al ámbito de la pareja (reduciendo su influencia positiva casi a los primeros encuentros…¡cuántas parejas “estables” –demasiado estables- se beneficiarían si recuperasen esa intención seductora!), olvidándonos de ese potencial que está en nosotros y que podemos aplicar a múltiples áreas de nuestra vida. Si buscamos el significado del término seducir, nos encontramos con definiciones como:

Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo, atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él una relación sexual, embargar o cautivar el ánimo.

Este enfoque se reduce al “en qué momento el/la seductor/a va a ser descubierto/a”, teniendo, en todo caso, connotaciones negativas. Si enfocamos la seducción desde el plano de la sinceridad con nosotros mismos y con la persona con la que interactuamos, esa situación compartida toma otras dimensiones. Desde este punto de vista, vamos a tomar como referencia las características de un líder, porque un líder, sin lugar a dudas, es un seductor. Hasta hace no mucho, pensábamos rápidamente en la capacidad para controlar como una de las características del líder. Sin embargo, siguiendo paradigmas actuales, podríamos resumir en tres aspectos las claves de liderazgo y estas son: capacidad, colaboración y carácter.

Cuando nos referimos a capacidad no sólo nos referimos a la capacidad interna o a las herramientas que puede manejar, sino, sobre todo, a la capacidad para preguntar y escuchar las respuestas. La seducción se va a basar, igualmente, en generar ese clima de confianza, donde la escucha activa va a tener un papel clave.

Cuando nos referimos a la colaboración, el líder cuenta con su equipo para enriquecer las acciones. Asimismo, en la seducción estamos colaborando con la otra persona: es un juego en el que participan dos partes. No se trata de una exhibición de cualidades o mostrar todo lo “estupendos que somos”. Se trata de crear ese clima de colaboración para propiciar un encuentro con el otro.

Cuando nos referimos al carácter, se trata de poder dar lo mejor de nosotros mismos y hacer que la otra persona participe aportando sus valores.

Y no olvidemos que cuando hablamos de seducción, estamos adentrándonos en una dimensión diferente y es importante que nos centremos plenamente en el aquí y ahora.

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