¿Se puede estar enamorado eternamente?
Parece que los procesos de enamoramiento como tal tiene una caducidad, pero existen parejas que funcionan muy bien durante mucho tiempo y que, incluso, se mantienen unidas hasta el final de sus vidas.
¿Cuáles son las claves de las parejas que se mantienen felices durante toda la vida?
Atracción sexual
Conexión intelectual
Conexión emocional
Las tres variables son interdependientes y unas se pueden influir en las otras.
En ocasiones estamos con una persona que nos atrae mucho sexualmente y durante el proceso de enamoramiento parece que todo es mágico, nuestras hormonas favorecen que sólo conectemos con los aspectos positivos del otro, si finalmente no hay conexión intelectual, por ejemplo, nos aburrimos con esa persona, no tenemos temas en común para hablar, no vemos el mundo de manera parecida, puede que la relación se agote.
Puede que todo empiece con una conexión intelectual muy fuerte y que esto encienda la atracción sexual, en cualquier caso es imprescindible que se encienda no podemos admirar únicamente para amar.
¿Y qué ocurre con la conexión emocional? Esta es la más compleja y la más difícil, y es el ingrediente que cohesiona las otras dos variables.
La conexión emocional implica que por encima de todo, de mi soberbia, de mi mal día, de mi enfado, de mi disgusto, de mis ganas por algo que quizá compiten con las tuyas, yo cuidaré de ti, me preocuparé de ti, y no haré nada para avivar tu sufrimiento. Te respetaré en tus decisiones, tus deseos, tus aficiones, tus gustos, tu manera de ser, tu manera de vestir y no intentaré cambiarte, seré empático/a con tus necesidades y sentimientos. Y tú harás lo mismo por mí. Te daré libertad para ser persona y me la darás a mí, creceremos juntos y, creceremos cada uno por separado también. Sin entrar en juegos de manipulación.
Si estoy dispuesto/a ser así contigo y recibo lo mismo de ti, si nos atraemos sexualmente y disfrutamos del sexo juntos, y si conectamos en nuestras ideas, pensamientos o nos divertimos en nuestras interacciones…es muy posible que duremos para tooooooda la vida.
Raquel López Vergara