Por qué el cepillo de dientes es la clave de cualquier relaciónConoces a Marta en un bar. Tras el pericial xxxxxx de miradas, jijis, jajas, chupitos de Jagger, más jijis, más jajas, el típico tanteo (y tonteo) preliminar, salís del bar y pasáis la noche juntos. Tú que vas por la vida sin pretensiones, después de esa relación larga y dolorosa de la que hace tiempo pero de la que no has conseguido sobreponerte, buscas cualquier cosa menos compromiso. O eso crees, porque estás esa fase de escepticismo y apatía que viene después de la fase del dolor.
Pero la vas conociendo y te gusta. Os mandáis emails en el trabajo con esos vídeos-de-youtube-de-ver-en-bucle, juegos de palabras y frases ingeniosas que denotan interés mutuo. Rebobino, os mandáis EMAILS. Eso es que te gusta mucho. Las quedadas comienzan a contraerse en el tiempo, tanto que ya conoce a alguno de tus amigos, hablas con tu madre por teléfono delante de ella, veis 'Salvados' juntos los domingos, tu portero la conoce por su nombre y hacéis tostadas por las mañanas. Ya sabe dónde guardas el escurridor en tu cocina, ya plancha su ropa en tu casa y se desenvuelve (se expande) cada vez más y mejor en tu sofá o cama.
Tu círculo cercano (tu madre) te empieza a preguntar si sois novios con frecuencia. Hasta Facebook te lo pregunta. Hasta SIRI te lo pregunta. Hasta en esa entrevista de trabajo te lo preguntan. Hasta la pescadera te lo pregunta. A ti no te gusta etiquetar relaciones, supones que sí, pero a fin de cuentas eso no se pregunta. La pregunta correcta no es si sois o no novios, sois lo que sois. La pregunta es si la relación tiende o no a la monogamia, si estáis o no en una relación abierta, para no llevarte sorpresas de última hora y no pecar de exceso de entusiasmo.
A ti no te gusta etiquetar relaciones ”
PERO TRANQUILO. Existe un indicador axiomático, la prueba irrefutable de si esa relación va o en serio. La aparición estelar (Varios focos lo iluminan mientras suenan aplausos enlatados y cae purpurina del techo) del cepillo de dientes. La llegada del cepillo de dientes es lo más parecido a izar la bandera de Estados Unidos en el monte Suribachi durante la conquista de Iwo Jima. Es como jurar el cargo ante el Rey. Es decir “ESTOY AQUÍ PARA QUEDARME”.
Existen cinco opciones en lo relativo a su higiene bucal cuándo comienza a trasnochar en tu casa:
1. Que use un cepillo de dientes de viaje. Ese invento revolucionario a la altura de la imprenta y de la rueda. La presencia del cepillo de dientes de viaje denota escepticismo sobre vuestra relación. Dudas.
2. Que tras semanas se siga cepillando los dientes con el dedo. Mal.
3. Que use tu cepillo de dientes. Fatal. Nada saludable puede salir de ahí.
4. Que compre un cepillo de dientes y lo deje en tu casa. Ya está. La cosa va en serio.
5. Que se traiga su cepillo de dientes eléctrico. Ya está. La cosa va muy en serio.
Ya os cepilláis los dientes juntos antes de dormir. Ya os peleáis porque se ha dejado el tubo de la pasta de dientes abierto o porque se ha olvidado comprarla y estáis tirando de tijeras, otra vez.
El vínculo del cepillo de dientes es imperecedero. Si la relación se rompe te costará mares desligarte emocionalmente del mismo. Puedes desetiquetarla de tus fotos en Facebook, puedes borrar todas vuestras conversaciones, incluso puede que ya hayáis quedado para devolverle todos esos objetos suyos que todavía perecen en tu casa y viceversa. Pero en vuestro particular día D no te has acordado de su cepillo de dientes, ese objeto a priori insignificante. Sí, te acuerdas cada mañana en el preciso instante en el que, con el espejo empañado por el vaho vaporoso del agua caliente, procedes a abrir la pasta de dientes y sobre el vaso lo ves: su cepillo de dientes azul, desgarbado, con el cabezal lleno de pelos punsetianos, todavía húmedo. Y entonces recuerdas esas discusiones propias de Pepa y Avelino con una melancolía irremediable.
Así hasta que llega el próximo cepillo de dientes a tu baño. Porque tu vida sentimental se mide en cepillos de dientes olvidados en el lavabo.
Fuente:
http://www.revistagq.com/articulos/cepillo-de-dientes-clave-cualquier-relacion/19564