Hay una parte de ti que aún no ha visto tus mejores días, esa parte tuya sabe que existe un gran poder en ti, de igual forma que tu mente racional insiste en que no sabes. Tu parte divina y la de muchos miles de seres humanos está despertando y siendo lo suficientemente extraordinaria como para decir: “Sé que hay algo mucho más grande en mí. He sentido su movimiento, pero no sé cómo acceder a ello. No se cómo hacer a un lado mis dudas. En verdad no sé cómo hacer a un lado mi mente racional”.
Bueno, todos y todas sentimos eso como un bloqueo. El único bloqueo que tenemos está en nuestra falta de rendición, en nuestra habilidad para rendirnos y dejar de luchar y en nuestra habilidad para apoyarnos a nosotros mismos/as incluso ante las dudas de nuestras neuronas. “Si te puedes apoyar en medio de tus dudas abres una brecha en el bloqueo y entra una luz en ti que procede de tu alma y que se llama amor…”
Para poder amarte tienes que liberarte de la culpa. La culpa es una de las razones por la que estamos atrapados en la rueda de las reencarnaciones. Es fácil señalar fuera y decir: “Es tu culpa”, pero una persona evolucionada sabe que ella misma es la que crea su propia vida. Esto duele, pero es decir: “Yo cree esta vida y soy totalmente responsable de cada cosa que he hecho. Nunca más echaré la culpa a los pies de nadie. Soy yo”.
Eso es liberador. ¿Y por qué? Porque en el mismo momento que lo reconocemos estamos afirmando que somos creadores, y lo somos. Somos Diosas y Dioses olvidados por nosotros mismos.
Tenemos que cambiar el programa mental, y cuando lo hacemos cambian las imágenes, y cuando cambian tus imágenes mentales cambian tus experiencias. ¿Lo ves?
Consciente o inconscientemente, todos nos sentimos culpables. Sería largo entrar en el origen de esta lacra. La pregunta es: ¿Cómo soltamos la culpa? Pues siendo responsable contigo mismo y contigo misma y amándote. La mejor manera de cómo recibirás amor será amándote a ti misma lo suficiente como para soltar la culpa. Ese es el perdón verdadero.
¿Estás dispuesta a aceptar la responsabilidad de amarte a ti misma? Tienes que aceptar tu propio valor y estar dispuesta y ser capaz de sentir auténtico amor y aprecio por quien eres. Esto es la clave esencial para abrir las puertas del cambio y para atraer las mejores experiencias que la vida puede ofrecerte.
Ámate a ti misma. Nunca te tortures, ámate, nunca te compares con nadie porque no hay nadie más como tú. Todos valemos mucho y lo mismo, pero somos únicos/as. No pienses que el amor tiene que ver con tu aspecto. El amor tiene que ver con todo lo que se refiere a la esencia en ti. Así es que date amor. No hay nadie que sea como tú. Deja de pensar que el mundo te debe algo, no te debe nada. Tú te debes algo a ti misma. Ámate para poder perdonar a las personas que hay en tu vida. ¿Por qué? Porque no es que sólo quieran que sean perdonados; eres tú quien quiere ser perdonada. Eso es amarte así misma.
Fuente: José Carlos López Garrido