La inmensa mayoría de las cosas que haces no te son impuestas. Son tu propia elección.
Sí, por supuesto que existen fuertes influencias en tu vida, fuera de tu control.
Y sin embargo, la elección en cuanto a cómo responder a ellas es tuya.
Hay montones de razones perfectamente comprensibles, racionalizaciones y excusas para las cosas que haces.
Y así y todo, las acciones que terminas llevando a cabo son el resultado directo de las decisiones que tomas, ya sea que haya buenas razones detrás de ellas o no.
Hacerte responsable por tu propio comportamiento es en si misma una tarea fuertemente demandante. También es una magnífica oportunidad.
Ejerciendo un control meditado y pleno de sentido sobre las acciones que llevas a cabo, podrías conseguir cualquier cosa que te propusieses conseguir.
Recordando siempre que tu comportamiento depende de tu elección, podrás usarlo para obtener beneficios valiosísimos, tanto para ti mismo como para el mundo que te rodea.
Antes de actuar recuerda que estás al mando de tus acciones. Luego decide llevar a cabo aquellas que más alto te lleven.
G. Sandler