Perder el trabajo es a menudo uno de los acontecimientos más estresantes que puede sucederle a alguien. Para muchas personas, el trabajo no es solo una fuente de ingresos, sino que constituye también una fuente de autoestima. De hecho, en ocasiones una persona se siente tan identificada con su trabajo que al perderlo parece perder parte de su identidad porque dicha identidad la estaba definiendo en gran parte en función de su trabajo.
Por tanto, los dos problemas principales que puede plantear la pérdida de un trabajo básicamente dos:
• La pérdida de autoestima.
• La pérdida de ingresos, con las consiguientes dificultades económicas que eso puede plantear.
El modo más constructivo de afrontar la pérdida de un trabajo consiste en utilizar dicho suceso para mejorar. Cuanto antes dejes de lamentarte por lo sucedido y te pongas en marcha para cambiar las cosas, antes lograrás volver a rehacer tu vida laboral. Estas son algunas cosas que puedes hacer para lograr esto:
1. Redefinir tu identidad
En primer lugar, si te sientes hundido por dicha pérdida, tal vez se debe a que te identificabas en exceso con tu trabajo y lo usabas como fuente de autoestima. Aunque sea muy frecuente, este no es el mejor modo de relacionarse con el trabajo, puesto que resulta mucho más saludable que una persona defina su identidad en base a aquellas características que nadie puede quitarle jamás. Por tanto, si este está siendo tu caso, trata de definirte de otra manera, más en función de tus habilidades o características personales, de lo que eres como persona y no de lo que haces para ganarte la vida.
2. Aprender de la pérdida
En vez de culparte, reprocharte o lamentarte por los errores que has podido cometer o por la mala suerte que has tenido para llegar a perder el trabajo, trata de utilizar un modo de pensar más realista y constructivo, preguntándote qué ha influido para que pierdas tu trabajo y qué puedes aprender de eso. Por ejemplo, si tu empresa ha prescindido de los trabajadores menos preparados, está claro que necesitas reciclarte, hacer algunos cursos o ampliar tus estudios. Si hay poca demanda del trabajo que hacías, tal vez debas cambiar y buscar un trabajo en un área diferente. Conocer las causas (tanto internas como externas) de la pérdida de tu trabajo puede ayudarte a encontrar algo mejor o a mejorar tú como persona o como profesional.
3. Establece una meta lo antes posible
Para avanzar en la vida y no quedarnos atascados, necesitamos establecer metas. Las metas son la fuente de la motivación y es muy importante que, en esta difícil etapa de tu vida, no te quedes sin meta alguna, pues eso podría llevarte de cabeza a la depresión. Puedes empezar por preguntarte qué es lo que de verdad deseas hacer: ¿Quieres terminar esos estudios que dejaste a medias? ¿Quieres trabajar por libre? ¿Quieres buscar un trabajo similar al que has perdido o hacer algo diferente? Una vez que hayas establecido una meta, detalla con claridad los pasos que vas a dar para alcanzarla y ponte en marcha.
4. Crea un plan de austeridad
Si durante un tiempo vas a disponer de menos ingresos, has de centrarte en recortar gastos lo más posible, y crear un plan que te permita vivir con menos dinero. Esto hará que te sientas mucho más seguro al ver que puedes seguir llegando a fin de mes. Además, piensa que es algo temporal, hasta que encuentres tu próximo trabajo. Esta puede ser otra importante meta a alcanzar.
5. Habla con tu gente
El apoyo de tu familia y amigos puede ser importante en estos momentos. Comparte con ellos lo sucedido. Ten también en cuenta que uno de los mejores modos de encontrar un nuevo trabajo es a través de las personas que conoces. Haz una lista con aquellos que pueden ayudarte a encontrar trabajo y ponte en contacto con ellos. Explícales el tipo de trabajo que estás buscando y asegúrate de que tienen tu información de contacto para avisarte si se enteran de algo.
http://motivacion.about.com/od/trabajo/tp/Afrontar-La-Perdida-De-Un-Trabajo.htm