No es raro que cuando alguien que nos interesa nos rechaza, sintamos una atracción más fuerte hacia esa persona. Lo mismo sucede cuando una pareja se rompe. Solemos tratar de contactarnos con quien nos dejó en un intento por recuperarlo, pero ¿cuándo estas situaciones se tornan peligrosas?
A veces ponemos tanto empeño en conquistar a una persona que puede convertirse en una obsesión. En estos tipos de enamoramientos, la persona interesada tiene actitudes que no son sanas en relación al otro, ni a sí mismo. Puede llegar a cometer ridiculeces, y hasta humillarse con tal de conseguir la atención de su objeto de deseo.
Se trata de una relación patológica cuando se toma como objeto de posesión a la persona:
“Si no lo tengo yo, no lo tienen nadie”. También está la del amor no correspondido. Ésto es cuando se considera al otro como un ideal inalcanzable, ven en él un todo completo.
Quienes sufren estas situaciones pueden ser personas existosas, pero se vuelven ilógicos y absurdos en relación a quien les quita el sueño, pudiendo llevar a cabo conductas que van desde los ridículo hasta lo preocupante y aún peligrosas.
“Estas actitudes nada tiene que ver con el amor o el interés sano por alguien”Algunas de las conductas más comunes:
Llamados excesivos
Pedido de explicaciones
Demandas desmedidas
Actos de espionaje
Explosiones de angustia y agresión
Amenazas
¿Amor u obsesión? hay que diferenciar entre un primer enamoramiento y una obsesión:
“Son pocas las personas que no se obsesionan cuando se enamoran” Cuando estás mirando constantemente el celular para ver si te mandó un mensaje de texto, o estás pegado a la pantalla de la computadora para ver si te escribió, son algunas de las señales de que una relación se va a tornar obsesiva.
TIPS para que te des cuenta cuándo la situación comienza a ser dañina:
Cuando te perturba la rutina, fallás en tu trabajo e influencia tus relaciones personales.
Cuando empezás a mentir. Por ejemplo, le inventás una historia a una amiga para que te acompañe a un lugar sólo para verlo.
Cuando estás en una reunión importante y dejás el teléfono prendido por si te llama. Y si lo hace te vas a hablar en medio de la reunión.
Y en este último punto hay algo clave que hay que tener en cuenta:
“Si no lo atendés y a él le interesa hablar con vos, te va a volver a llamar”,¿Qué pasa cuando se ama en silencio?
Muchas veces las obsesiones no ocurren dentro de una relación, sino que podemos encapricharnos con alguien a quien conocemos y nos rechaza. Una persona que recibe un no, pero igualmente insiste hasta el hartazgo (a sabiendas de que va a ser rechazada) está ubicada en un lugar de ser maltratada.
“El que insiste tiene algo de querer hacerse maltratar”¿Cómo darnos cuenta si somos víctimas de una obsesión? El límite para saber si una relación te hace mal es si tu vida física o la de tu entorno está en peligro.
algunos elementos que te pueden servir para darte cuenta si las cosas no andan bien:
Sentirnos asfixiados, incómodos o perseguidos
Si cuando decís que querés terminar la relación, intenta convencerte que es la persona adecuada para vos
Recibir llamadas, cartas regalos en forma excesiva
Control excesivo
Temor de salir porque temés que puede estar esperándote
Amenaza con lastimarse si querés dejarlo/a
Para poder salir de estas situaciones, lo principal es que uno de los miembros de la pareja pueda correrse del lugar y darse cuenta de lo que está sucediendo, ya que no sirve que un tercero se lo haga notar. Una vez que ésto suceda, será posible encontrar una solución.
Remedios prácticos para poder olvidar aquellos que tan mal hacen:
Es importante recordar todas las cosas horribles que esa persona te hizo y, sobre todo, recordar todas las veces que te humillaste por él.
Trazar una línea cronológica recordando el deterioro paulatino que sufrió. Cómo fue convirtiéndose de príncipe en monstruo. Es decir, el camino que hizo hasta mostrar la hilacha.
Acordarte de algo horrible que haya hecho durante una cita romántica.
Hay otros tips que pueden ayudarte a olvidarlo y son un poco más rápidos que los anteriores:
Cortá una foto de su cabeza y pegala en el cuerpo de un tipo de 400 kg.
Deshacete de todos los regalos que te hizo. Si es un peluche, dáselo al perro que lo va a destrozar en cuestión de segundos. Eso sí, si es un regalo sexual, envolvelo bien y tiralo en un container bien lejos de tu casa, (¡no vaya a ser que el portero lo encuentre!). Esos regalos son de los que primero tenés que sacarte de encima.
Pero sin dudas, no hay remedio más efectivo que encontrártelo de la mano de una diosa, mientras vos paseas al perro en short y pantuflas, ahí seguro que te das cuenta de que ese hombre ya no es para vos.