Los pensamientos obsesivos son aquellos pensamientos indeseables que golpean una y otra vez. A veces, están ahí durante días enteros, induciéndonos una malestar físico, poniéndonos de mal humor y reduciendo, considerablemente, nuestra eficacia.
El problema se agrava cuando por más que queremos que marchen más persisten. De hecho, se ha comprobado que la lucha abierta contra los pensamientos obsesivos no sirve de nada.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando decidimos no pensar en algo, se genera en nuestro cerebro un dispositivo de supervisión. Por ello, hay que tener presente que cuando deseamos bloquear un pensamiento, se puede desarrollar el efecto contrario: estamos reforzándolo.
¿Cómo lo podemos solucionar?
1. Reconoce los pensamientos. Podemos pensar que no tiene sentido pero desde el mismo momento en que admites que existen los pensamientos obsesivos, estos pierden una gran parte del sentido emocional que desempeñaban sobre ti. Simplemente, acepta que están ahí y no reacciones ante ellos.
2. Averigua una solución. Cuando los pensamientos obsesivos aparecen como resultado de una inquietud no resuelta. Debemos hacernos unas cuantas cuestiones: ¿Puedes resolver esa inquietud en ese momento? ¿Tienes todos los datos necesarios para tomar una decisión? Si es así, esta es la mejor solución para que dispongas de una prueba de realidad para que dichos pensamientos no aparezcan de nuevo.
3. Reconoce la duda y la indecisión. En ocasiones no podemos tomar una decisión, ya sea porque no depende de nosotros o porque no tenemos todos los datos que necesitamos. En este caso debemos de aceptar dicha incertidumbre que estos pensamientos nos provocan. Si hacemos este ejercicio de aceptación nos ayudará a gestionar muchos problemas del día a día, ya que aprender a vivir con la incertidumbre es fundamental para cuando haya tiempos difíciles.
4. Distrae la mente. Para eliminar pensamientos obsesivos lo adecuado es sustituir un pensamiento por otra, pero sin caer en demasiada divagación ya que con mucha probabilidad volveríamos al mismo punto del principio. Es conveniente, que se realice una actividad placentera: relaciones sociales, actividades al aire libre, actividades grupales, el deporte, leer, música, etc.
Y sobre todo, evita el estrés. Existe la idea errónea donde expresa que si nos sometemos a situaciones tensas como: trabajar mucho o implicarnos en proyectos que nos agoten mentalmente, nuestra mente se olvidará de las ideas indeseadas. En realidad, esta técnica puede surtir efecto durante un tiempo pero su costo para nuestra salud física y el equilibrio psicológico son muy elevados. Por lo tanto, te aconsejamos que evites el estrés y que tu energía que invierta en actividades y acciones placenteras.
Se ha demostrado que los pensamientos obsesivos aparecen con mayor asiduidad en épocas de estrés, a pesar que la situación estresante no tenga que ver con la idea rumiante.
Si a pesar de estas aportaciones terapéuticas el estado emocional no mejora, les aconsejamos la necesidad de pedir ayuda psicológica.
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