La paciencia es la virtud que te permite observar, esperar y elegir el mejor momento para actuar sin perder el control de la situación.
Pero, ¿es posible mantener la paciencia ante la irritación que sentimos a veces en nuestro trato con ciertas personas?
Lo primero que hemos de tener en cuenta es que, si estamos muy tensos, podemos tomar la decisión de alejarnos de ese escenario para volver, si acaso, cuando estemos más calmados.
Pero, ¿y ya en escena? ¿Cómo nos las arreglamos para no perder la paciencia?
Respira con calma, toma el control y observa estas ideas:
1. Céntrate en el asunto específico y no entres en ataques personales
Si estás en una discusión que se pone tensa por segundos, no te desvíes hacia insultos o descalificaciones, ni vuelques la culpa sobre la persona que tienes en frente.
Habla de ti; de cómo te ha afectado su comportamiento en lugar de subrayar el error de la otra persona. (Ejemplo: Estoy molesto, porque dijiste que vendrías a las 5 y me quedé esperando.)
2. Escucha, sin reaccionar o interrumpir sus palabras
Aunque estés en desacuerdo con lo que esa persona te dice, no interrumpas cuando esté hablando. Evita usar un tono de voz agresivo o un lenguaje corporal que indique que estás a la defensiva.
3. Observa los sentimientos que hay detrás de las palabras
Presta atención a la verdadera motivación de la persona que habla. Conecta tu empatía: ¿Se siente insegura? ¿Puede estar reaccionando así por otros problemas personales?
Quizás descubras algo que explique su comportamiento.
4. Responde con claridad y compasión
De esta manera es más probable que la otra persona admita su parte de responsabilidad.
Y, con calma, propón la solución para arreglar la situación que sea. (Ejemplo: Yo necesito que esto quede listo cuanto antes. Si puedes, lo arreglas ahora y, si no, me lo dices para ver qué hago.)
Si ves que la persona adopta una actitud comprensiva y dialogante, reconócelo. (Gracias por entenderlo.)
Si grita, no atiende a razones o se pone a la defensiva, quizás sea buena idea dejarlo para más tarde o minimizar el contacto con ella. Pero en ningún momento pierdas la calma.
Cuando te vas haciendo más hábil manejando la frustración en los momentos tensos con alguien, ganas en paciencia; un gran activo que te permitirá tratar a los demás y a ti mismo con respeto.
Ahora nos toca ir practicando con estas ideas. Me apunto a probarlas.
http://tusbuenosmomentos.com/2012/10/te-hace-perder-la-paciencia/