TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS PARA LOS CÓNYUGES
Una universidad da un curso sobre el matrimonio. Estas son sus leccionesLos beneficios de la vida en pareja han sido resaltados por numerosas investigaciones psicológicas, llegando a conclusiones como que es la mejor receta para la felicidad o, incluso, para la buena salud física. Los coach especializados en autoayuda ahondan con frecuencia en las claves del matrimonio, aportando consejos para alcanzar la felicidad en pareja que, según defienden, es la clave del bienestar personal. Sin embargo, hasta ahora ninguna universidad contaba con una materia o curso especializado en clases matrimoniales, un vacío que ha venido a ocupar la Universidad de Northwestern.
El curso universitario Matrimonio 101 tiene como propósito ayudar a los estudiantes a tener relaciones sentimentales más satisfactorias, sobre todo en un momento en el que la tasa de divorcios ha alcanzado su punto más álgido. A medio camino entre la filosofía y la ciencia, los contenidos del curso abordan temáticas dispares de la vida en pareja que van desde el análisis de la infidelidad y los consejos para mejorar la sexualidad conyugal hasta la crianza de los hijos.
La Universidad de Northwestern ya ha ofrecido varios de estos cursos, cuya demanda es cada vez más alta, bajo la dirección de la profesora y psicóloga familiar Alexandra Solomon. “Nuestro objetivo es conseguir que las personas tengan relaciones sanas, por lo que analizamos pautas de comportamiento y proporcionamos técnicas y estrategias para que los matrimonios sean más felices”. Sus principales lecciones “para saber amar y ser amado”, algo que según Solomon “es de todo menos algo intuitivo”, se pueden resumir en cuatro grandes claves.
1. El primer paso es conocerse a uno mismo
Los responsables del curso inician sus clases desmontando lo que consideran el mayor mito de los matrimonios felices: "para que funcione hay que encontrar a la persona adecuada". Según ellos es un error pensar esto, pues “somos nosotros quienes tenemos que ser la persona adecuada para los demás”.
Somos nosotros quienes tenemos que ser la persona adecuada para los demás
Salomon insiste en que “nos centramos en que las personas saquen lo mejor de sí mismas y se autoanalicen para evaluar si ellos son una buena pareja para los demás”. Como su alumnado tiene entre 18 y 22 años, “el primer paso es que entiendan quiénes son, qué quieren y cómo lo quieren para, posteriormente, encontrar a alguien que sea compatible con ellos”. Este es el proceso natural, dicen, y no al revés. Conocer las debilidades y fortalezas de uno mismo “ayuda a afrontar y resolver los problemas de la forma más adecuada”.
2. El conflicto es inevitable, pero puede aprenderse a relativizarlo
La comprensión de las vulnerabilidades, miedos e imaginarios construidos en torno a lo que significa el matrimonio permite enfrentarse a los conflictos de pareja que, inevitablemente, acabarán surgiendo tarde o temprano. Al conocer la causa que los desencadena es más fácil enfrentarse a ellos y, probablemente, resolverlos. Los tutores de este curso insisten en la idea de que la peor reacción ante un conflicto es autoculparse o presentarse como víctima. “Dos rasgos comunes a las parejas infelices y a los matrimonios fallidos”. No se trata de ganar o perder en una discusión, sino de resolver un problema o desbloquear un conflicto entre los dos, como si se tratase de “un equipo que se enfrenta a un problema común”.
En este sentido, acusar al otro de algo o arremeter contra él es absurdo, pues en lugar de aportar y dar cuenta de una actitud mejorable sólo se logrará que el cónyuge se ponga a la defensiva y reaccione devolviendo el golpe. Si se llega a este punto, la posibilidad de entendimiento es prácticamente nula, asegura Solomon.
3. Entrenar la inteligencia emocional y las habilidades comunicativas
La peor reacción ante un conflicto es autoculparse o presentarse como víctima
No parece que sea el adalid del romanticismo, pero un matrimonio feliz, explican estos psicólogos, requiere esfuerzo y entrenamiento diario de habilidades comunicativas y otras destrezas relacionales. “La mayoría de personas carece de dichas cualidades cuando inicia su vida matrimonial, por lo que inevitablemente deben desarrollarlas. Para sacar el máximo rendimiento, en este caso lo mejor también es hacerlo de forma conjunta: interactuando en pareja y haciendo ejercicios diarios.
4. Empatía
“Para que las personas sean felices en sus matrimonios, deben ser capaces no sólo de entender lo que su pareja está diciendo, sino la experiencia que está detrás de sus palabras y lo que expresa entre líneas”. Si los miembros de la pareja no tienen esta habilidad, la buena comunicación no será suficiente, pues no sabrán qué y cómo se siente el otro. Es decir, carecerán de la empatía suficiente para identificar lo que es importante para su pareja y cuál es su visión del mundo. La compatibilidad a largo plazo depende de ello, “mucho más que la atracción inicial entre una pareja”.
Fuente:
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-02-20/una-universidad-da-un-curso-sobre-el-matrimonio-estas-son-sus-lecciones_88845/